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Opinión: todo ¿es mejor? con menos registros

Una vez alguien me dijo que la muerte de un familiar y mudarse eran las cosas más estresantes y movilizantes que enfrenta un ser humano a lo largo de su vida. Es discutible y polémico pero creo que a esa lista le faltó la compraventa de un vehículo: pocas cosas son tan perno y tan abusivas.

Opinion registros

Seguramente leíste las noticias acerca de la eliminación del 40 % de los registros del automotor lugares que, el solo hecho de nombrarlos, nos lleva imaginariamente a departamentos en el Microcentro, con la puerta abierta (no es una metáfora), estantes repletos de carpetas, un par de sillas desvencijadas y mismo número de estantes con una bic azul agarrada por un hilo de nylon para completar los formularios que tanto problema nos dan: que ¿serán los correctos?, quetenes que firmar ahí porque si no se invalida”, que ¿alguien tiene un carbónico?, entre otros grandes éxitos.

Eso sin mencionar los aranceles que terminan siendo un número significativo en otro capítulo del argentino siendo tributado.

Independientemente de la burocracia (y dejando de lado el apartado policial del que también hay novedades) creo que era necesario un cimbronazo: vender o comprar un auto en Argentina no tiene por qué ser una tarea abusiva en términos pecuniarios.

Aún así, analizando el comunicado hay cosas que me generan dudas acerca de su implementación y consecuencias. A saber: la eliminación de la cédula azul y la sola tenencia digital (celebro) o física de la verde. Inmediatamente pienso en su impacto en la cantidad de autos robados pero al mismo tiempo no me imagino un delincuente siendo detenido por no tener la cédula azul en un control. A modo anecdótico, hasta el día de hoy a veces nos exigen la cédula azul en autos de prueba con la cédula verde vigente. En segundo lugar, la eliminación del CETA que obliga a informar a AFIP: si bien creo que ayuda al tipo común como vos y yo, también a quien vive o trata de vivir bajo el radar. Por último, el 30 % del personal que será reducido que obviamente es quien paga los platos rotos de una larga cadena de gestión.

Entre las cosas que celebro están la digitalización de esos legajos (2024, muchachos) que, literalmente, vi cómo vencían sus góndolas por el peso y las hacían colapsar, la propuesta a las provincias para bajar los impuestos a los sellos y patentes y la digitalización de la verificación policial, que no tengo idea cómo lo harán pero espero que no sea el plomo que es ir hoy.

Hay más cosas en el informe del Ministerio que atañen a las contrataciones y demás que creo que me exceden pero, en teoría, estas son buenas noticias para la industria, el mercado y sobre todo el tiempo y los costos para los argentinos.