Probamos el nuevo Peugeot 208 GT y te contamos todas sus mejoras
Nos subimos a la renovación de un verdadero best seller: Peugeot el 208 estrenó cambios que buscan hacerlo todavía más deseable que su antecesor.
Pasaron dos años hasta que me volví a subir a un Peugeot 208. Pero esta vez estamos de estreno porque se trata de la renovación que presentó el modelo hace unos meses, que estrena no solo cambios estéticos que lo alinean con la variante fabricada y comercializada en Europa, sino también novedades bajo el capot para todos aquellos y aquellas que criticaron (con razón) la decisión de equipar a esta nueva generación con un motor de, literalmente, el siglo pasado.
Índice
Diseño: todas las novedades
¿Qué puedo agregar a todo lo que ya se escribió y se dijo acerca del nuevo diseño del Peugeot 208? En principio voy a arrancar con una polémica: personalmente me gustaba más el modelo anterior y con los agregados la carrocería luce un poco sobrecargada.
Cuando digo agregados me refiero al nuevo paragolpes delantero, que estrena la firma lumínica con las tres garras de LED en reemplazo de los colmillos. La alusión felina sigue presente pero no sé, a mi juicio quedaba mejor antes, es mi opinión. Sí banco las molduras que bordean ambos guardabarros, un recurso que toma del “viejo” GT que llegó importado desde tierras eslovacas.
Por último y para terminar de repasar los detalles que son exclusivos de esta versión full GT, las llantas crecieron una pulgada, en el recoveco del pilar C se distingue la sigla GT y atrás hay un alerón junto a la salida de escape cromada. Como novedad notamos las ópticas, que no modificaron su formato sino su diseño interior, mientras que el paragolpes sumó dos reflectantes (mejor conocidos como ojos de gato) en ambos costados.
Ya lo dijimos en la prueba de Youtube pero nunca está de más recordarlo: GT no es por el compañero Guido Tonelli ni tampoco hace referencia a algo deportivo, sino que es la manera que tiene Peugeot de llamar a sus versiones tope de gama. Lo hace en Europa y, al parecer, también en Argentina.
Cuando ingresamos al nuevo 208 hay que afinar la vista porque no hay tantos cambios como afuera. Lo delatan las costuras de color verde que dicen presente en los asientos, el volante (que tiene el logo GT en su base) y en la palanca de cambios. En el resto se mantiene la plancha del modelo anterior, que tiene una presentación solo correcta, con algunos materiales y encastres mejorables que quizás merecen un poco más de atención. No olvidemos que estamos a bordo de un auto que ya supera (en noviembre) los 31 “palenques”.
Buen momento para aclarar que no hubo cambios estructurales en el nuevo Peugeot 208 y por eso conserva sus 4,05 metros de largo y 2,53 metros de distancia entre ejes, con lo cual la habitabilidad sigue siendo un punto crítico del modelo. El baúl también conserva sus 311 litros, valor promedio del segmento.
Equipamiento
No quiero extenderme demasiado en este ítem porque para eso está la ficha técnica, pero lo cierto es que la dotación no cambió demasiado frente a la de un 208 Feline de la serie anterior. Siguen en el debe los discos traseros, el freno de mano eléctrico o los sensores de estacionamiento delanteros, todas cosas que traía el 208 GT europeo y que también tiene su hermano SUV, el 2008.
En la columna del “SI” anotamos techo panorámico, climatizador, acceso y arranque sin llave, tablero digital configurable que además proyecta la información en tres dimensiones, pantalla táctil de 10’’ con android auto y carplay inalámbricos y sensores de estacionamiento traseros con cámara.
En lo que respecta a seguridad, seis airbags, ópticas con proyectores de LED y un conjunto de ADAS que incluye mantenimiento de carril (avisa y corrige), freno autónomo e indicador de velocidad máxima permitida. En líneas generales, está entre los mejores del segmento, pese a los faltantes que mencionamos más arriba.
Comportamiento
¿Qué tal anda el nuevo 208? Igual que el anterior, lo cual no es una mala noticia ni mucho menos. Me animo a decir que esta variante con el motor turbo es más divertida para el día a día gracias a la buena respuesta en baja y la contundencia que aporta el tan querido “caracol”.
Este GT mantiene la puesta a punto regional con una suspensión que se banca cualquier imperfección del asfalto, aunque las nuevas llantas de 17’’ con perfil 45 le juegan en contra y lo hacen un poco (solo un poco) más áspero en los baches más pronunciados.
Motor, prestaciones y frenada
Olvidate de aquel GT brasileño que venía con el eficiente pero también polémico 1.6 THP de 165 CV y caja manual. Este GT nacional trocó el criticado VTi de 115 CV aspirado por un 1.0 turbo de 120 CV (solo 5 CV más) pero con un torque de 200 Nm, casi 50 más que antes. Esto se plasma directamente en las sensaciones, que son incluso mejores que las cifras que obtuvimos. Ah, la caja es una automática CVT, que simula siete marchas y muestra algunos titubeos cuando se la apura.
El nuevo Peugeot 208 GT acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos, una diferencia sustancial con respecto al 1.6 automático que nos había dado casi 12. Lo mismo ocurre a la hora del kilómetro (32 contra 33,3 segundos). Insistimos con que no hace falta salir a la ruta ni acelerar como un desquiciado para notar la diferencia: en el día a día vas a valorar mucho la agilidad y respuesta que da este nuevo bloque turboalimentado de origen Fiat, que además tiene distribución por cadena. Nada de correas húmedas ni cosas extrañas. Cerramos con una frenada majestuosa, ya que necesitó apenas 36 metros para detenerse de 100 km/h a 0.