Una nueva pick up basada en la Nissan Frontier, pero de otra marca: ¿qué se sabe al respecto?
Una nueva pick up nacería de la unión entre dos marcas japonesas, pero todavía no hay demasiada información.
La posibilidad de una nueva pick up de Honda comenzó a tomar forma a partir de su colaboración con Nissan, motivada por las condiciones arancelarias del mercado estadounidense y la necesidad de optimizar recursos industriales.
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Todavía sin confirmación oficial y tras una fallida colaboración entre ambas marcas japonesas que además incluía a Mitsubishi, el medio Reuters anunció que Nissan y Honda analizan una nueva ‘colab’ con el objetivo de que la segunda tenga una pick up con chasis de largueros para competir en Estados Unidos.
El proyecto estaría basado en el uso compartido de plataformas y plantas industriales, algo cada vez más común en la industria automotriz. En este caso, Honda podría invertir en Nissan para acceder al chasis de largueros que utiliza la Frontier (que es diferente a la que conocemos acá), con el objetivo de desarrollar una próxima generación de pick ups.
De esta forma, la actual Honda Ridgeline sería reemplazada por una variante más robusta y mejor preparada para un uso intensivo. El lugar de producción debería ser la planta de Canton, Mississippi, donde hoy se hace la Frontier “yanqui”.
Más allá de un diseño y plataforma diferentes, la Nissan Frontier que se vende en Estados Unidos, Canadá y México utiliza un motor V6 naftero, con 3,8 litros e inyección directa que desarrolla 310 caballos de fuerza y 380 Nm de torque, mientras que la transmisión corre por cuenta de una caja automática de nueve velocidades. La Frontier que se comercializa en Estados Unidos no ofrece motores turbodiesel, como sí lo hace el modelo producido en México y Argentina (hasta fin de año).
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Así las cosas, Honda evitaría los elevados aranceles que Estados Unidos impone a las pick ups importadas. Este tipo de maniobras industriales no es nuevo en el sector, pero sí sería la primera vez que Honda recurre a un competidor directo para llevar adelante una estrategia de este tipo. Insistimos, por ahora son solo rumores.
Lo cierto es que la Honda Ridgeline ya tiene varios años encima (esta generación se presentó en 2017 y tuvo varias pero pequeñas actualizaciones) y eso refuerza la posibilidad de la llegada de una nueva pick up.
De concretarse esta estrategia, Honda contaría con un producto más robusto y competitivo, que debería enfrentar a modelos como Toyota Tacoma -la líder-, Chevrolet Colorado y hasta la propia Nissan Frontier.
Cómo es la Honda Ridgeline
La Ridgeline es una pick up con carrocería monocasco (está desarrollada sobre la plataforma del Pilot). Por eso presenta un esquema de suspensiones similar al de un SUV, con McPherson adelante y multibrazos atrás.
Más allá de su arquitectura, por tamaño está en el segmento mediano: tiene 5.339 mm de longitud y una distancia entre ejes que orilla los 3.200 mm. Además, el ancho es de 1.996 mm y presenta un despeje de casi 195 mm.
Respecto de sus capacidades, la caja de carga deja en evidencia que no se trata de una pick up destinada a un uso intensivo: puede llevar 720 kg (un poco más que una Fiat Toro 4×2) y tiene una capacidad en volumen de generosos 962 litros. La última referencia es para el arrastre, que es de 2.200 kg.
En Estados Unidos la gama tiene cuatro niveles de equipamientoy todos tienen el mismo motor: un V6 3.5 de 280 caballos de potencia y 350 Nm de torque, que se combina con una caja automática de nueve marchas, sistema de tracción integral y cuatro modos de manejo (Normal, Nieve, Arena y Barro).
El equipamiento varía según la configuración pero en el mejor de los casos la pick up de Honda puede venir con asientos delanteros y traseros calefaccionados (los delanteros también ventilados), tapizados de cuero, llantas de aleación de 18’’, pantalla multimedia de 9’’ compatible con android auto y carplay -inalámbricos-, tablero de 7’’, climatizador de tres zonas, butacas delanteras con regulación eléctrica, entre otros.
A la hora de la seguridad, toda la gama incluye de serie ADAS bajo el paquete Honda Sensing (velocidad crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, alerta de colisión con frenado autónomo, punto ciego, etc), sumado a seis airbags en el apartado de seguridad pasiva.
En cuanto a los precios, en el mercado norteamericano la Ridgeline arranca en 40.150 dólares, mientras que la versión más equipada asciende a casi 47.000 dólares.