Motor V6 y look deportivo: se vende uno de los mejores sedanes que fabricó Ford
Se trata de una versión deportiva del Ford Mondeo. Mirá los detalles de esta unidad a la venta.
Durante su trayectoria en el mercado local el Ford Mondeo tuvo algunas versiones más interesantes que salían de lo común y convertían a este sedán en un verdadero objeto de deseo. Hablamos del Mondeo ST220, una variante deportiva basada en el rediseño de la segunda generación.
Durante nuestras típicas búsquedas de usados “raros” en la página de compra/venta más conocida, encontramos un ejemplar de esa línea en un envidiable estado de conservación. Claro, según la publicación tiene apenas 15.800 kilómetros recorridos.
Este Mondeo se encuentra publicado en una concesionaria de Puerto Madero, Buenos Aires. El kilometraje condice con el estado que presenta en las fotos: no hay detalles ni daños en la pintura y el interior está impoluto, sumado a que conserva todos los manuales de fábrica, como se ve en una de las imágenes.
Pero no todo es color de rosas y en este caso lo más cuestionable es el precio. El vendedor pretende nada menos que 27.500 dólares (unos 33,8 millones de pesos al cambio actual). En el mercado de 0 kilómetro es lo que vale un segmento B full, pero si lo comparamos con otros Mondeo que hay publicados (con más kilómetros pero misma versión) el valor es muy elevado. Por ejemplo, hay unidades publicadas que cotizan entre 10.000 y 15.000 dólares, y hasta encontramos uno de la generación siguiente que cuesta 9.000 dólares. Claramente no hay otro Ford Mondeo ST en este estado, pero eso no es excusa para pedir cualquier valor.
Si hablamos de esta versión en particular y su historia, se presentó allá por 2005 para posicionarse como la más cara y especial del Ford Mondeo. Incluso hubo una variante turbodiesel con el mismo look símil DTM alemán pero mecánica que en su momento era la más potente del segmento.
Con la versión ST, Ford se despegó de sus rivales y posicionó al Mondeo como un objeto de deseo gracias a su diseño, que entraba por los ojos. Los accesorios de la carrocería incluían paragolpes, faldones y hasta un pequeño alerón en la tapa del baúl. Para coronar, las llantas de 18’’ multirayos convertían al Mondeo en un sedán deportivo con el toque justo de modificaciones.
Adentro la agresividad del exterior no se replicaba pero había detalles que indicaban que no estábamos a bordo de cualquier Ford Mondeo. Las butacas Recaro se llevaban todo el protagonismo pero también las costuras en rojo y el emblema “ST” en la base del volante, que en el diesel era de color rojo.
Pero lo más interesante del Ford Mondeo ST, más allá de su look, era su motor. El naftero era un V6 con 226 CV, mientras que el diésel apelaba a un cuatro cilindros con 2,2 litros que desarrollaba 155 CV y un torque explosivo de 40,7 kgm. De esta forma era el sedán más potente del segmento D, superando a sus principales rivales: Peugeot 407 y Volkswagen Passat, con sus motores de 136 y 140 CV, respectivamente.
Además, gracias a una puesta a punto orientada a una conducción más deportiva, el Ford Mondeo ofrecía una experiencia de manejo diferente a la que podíamos encontrar en cualquier otra berlina del segmento. Su centro de gravedad más bajo, la respuesta de la dirección y las suspensiones más rígidas hacían que el sedán de Ford pudiera resolver todo tipo de curvas con un envidiable nivel de aplomo. Claro que en este sentido también influía la plataforma, compartida con el Jaguar X-Type de la época.
El nivel de equipamiento que ofrecía el Ford Mondeo ST era un punto a destacar, con seis airbags, luces de xenón, apoyacabezas delanteros activos, controles de tracción y estabilidad, butacas Recaro calefaccionadas con regulación eléctrica, equipo de audio Sony con conexiones MP3 y Bluetooth, climatizador, computadora de a bordo y techo solar eléctrico como los ítems más destacados.