El Ford Sierra rural 0km que estuvo abandonado y ahora es la envidia de varios argentinos
En esta oportunidad te mostramos una unidad cero kilómetro de un auto que marcó un punto de inflexión e la historia de su marca. ¡No te pierdas en qué estado se encuentra!
A mediados de la década del 80 la industria automotriz nacional vivió una de sus épocas de mayor apogeo de su historia. En Argentina se fabricaban varios modelos similares a los que podían encontrarse en suelo europeo, y el Ford Sierra fue uno de esos casos. En esta oportunidad nos encontramos con una increíble unidad en carrocería rural que es una de las pocas (¿o la única?) Sierra 0 kilómetro que hay actualmente en el país.
Según cuenta uno de nuestros seguidores, @volkshop_argentina, en una de sus publicaciones, esta unidad apareció en una cochera de Necochea, donde había pasado gran parte de su vida. Y cuando parecía que iba a quedar allí cubierta de polvo, apareció su propietario actual que logró adquirirla y el año pasado pudo exhibirla en un evento realizado por El Garage.
No hace falta dar demasiados detalles sobre el estado de esta Ford Sierra rural en versión Ghia. Basta con mirar las imágenes del interior, que conserva hasta los plásticos protectores en los asientos y los tapizados de puerta, o también la pintura que no presenta el más mínimo raspón ni detalle.
Esta Ford Sierra es una verdadera joya perdida en el tiempo que tranquilamente podría estar exhibida en un concesionario como cero kilómetro si nos trasladáramos con una máquina del tiempo hasta fines de 1980. ¿Alguna vez habías visto una unidad en este increíble estado?
Repaso por la historia del Ford Sierra en Argentina
Como mencionamos al comienzo de la nota, en la década del 80 Argentina fabricaba autos que podían encontrarse tranquilamente en cualquier calle de Europa. Justamente el Sierra se presentó en 1984 y para aquella época el auto era toda una revolución, ya sea por su aspecto exterior o las soluciones tecnológicas que presentaba.
En su primera etapa la oferta estaba limitada a dos versiones con motores 1.6 y 2.3, este último heredado del viejo y querido Taunus. Por eso, el auto defraudaba un poco en materia de prestaciones ya que el chasis y su esquema de suspensiones estaban preparados para bancarse mucha más potencia.
Más allá de eso, el Ford Sierra mostraba como principales atributos su diseño revolucionario para la época, el confort de marcha y su tenida en ruta, gracias al esquema de suspensión independiente en el eje posterior. Además, en su versión tope de gama el auto siempre ofreció un elevado nivel de confort, a tono con lo que tenía que tener un vehículo que se posicionaba en la gama media/alta de la marca en nuestro país.
El éxito y la fama del Ford Sierra fue potenciado a mediados de los 80 con la llegada de la coupé XR4, que protagonizaría una de las rivalidades más importantes de nuestro mercado junto a una coterránea, la coupé Fuego que Renault fabricaba en Córdoba. Esta rivalidad llegó a trascender incluso en el automovilismo ya que ambos vehículos competían en el TC 2000.
En síntesis, como en su momento dijo nuestro director, el Ford Sierra era un adelantado en cuanto a diseño para la época, con un estilo que incluso al día de hoy creemos que se mantiene vigente. Y a pesar de que nunca ofreció una motorización con mayor potencia (algo que le hubiera venido muy bien sobre todo en el XR4), el auto igualmente logró calar hondo en los fanáticos que en la actualidad lo admiran y le rinden el homenaje que se merece.