Probamos el nuevo Ford Escape: así es el SUV más equipado y tecnológico de la marca
Siete días a bordo de una de las últimas novedades de Ford en nuestro mercado. Un producto que hace todo bien pero parece no alcanzarle para ser la referencia en el segmento.
La Ford Kuga tiene una historia corta pero rica. Con “rica” me refiero a que sus generaciones no se contentaron con llenar un hueco en el segmento sino que desde su lanzamiento son recordadas o por sus motores (como los EcoBoost de 240 CV) o bien por la notable evolución que significó la actual generación, en términos de diseño, equipamiento y planteo.
Y ahora esa generación recibe unos retoques para mantenerse activa en un segmento exigente en el que no termina, injustamente, de hacer pie.
Índice
Qué cambió la nueva Ford Kuga/Escape
Como es costumbre lo más importante de esta renovación ocurre en el exterior, con una trompa que a simple vista pareciera que no cambió demasiado pero cuando afinamos el ojo notamos que hasta la parrilla cambió de forma y gofrado. El toque distintivo se lo da la tira de led que hace de Zárate Brazo Largo entre ambas ópticas, una moda que impuso hace unos años la Taos y que no me disgusta para nada. Atrás casi no hay cambios aunque sí uno muy sutil -pero que suma- que es la ausencia de la apertura inferior de baúl que fue reubicada y hace que el portón y la maniobra sean más limpios.
También hubo un cambio en los pepés (19”) que ahora tienen un diseño algo más deportivo. El resultado final es una Kuga mucho más madura pero menos deportiva, un paso lógico que siempre suelen dar las SUV del segmento C.
Toca hablar del equipamiento algo que, en su momento era un ancho del modelo porque tenía todo y hasta algunas funciones ADAS inéditas que la convertían en el modelo más completo a nivel casi mundial. Las cosas por suerte se mantienen y la Kuga sigue siendo uno de los vehículos más equipados del mercado así que por ese lado podés quedarte tranquilo: crucero adaptativo, frenada autónoma, mantenimiento y centrado de carril, etc. Detalle ínfimo pero curioso es que ya no cuenta con guiño en los espejos; pasó una minimotosierra por Detroit.
Qué motor tiene y cuánto anda
No hubo cambios en cuanto a la planta impulsora y eso son buenas noticias aunque hablamos de la mecánica porque sí empeoró la presentación: chau encapsulado de motor. Con 203 CV de potencia combinada sobran los caballos y el torque plano para algún sobrepaso o simplemente para sentir lo que tiene en oferta Kuga. Recientemente manejé varios electrificados y no tengo dudas que esta combinación es la más cómoda y efectiva para nuestro país por coyuntura, geografía e infraestructura.
Por si te agarramos desprevenido o no leiste la prueba anterior (servite cuando quieras en nuestra web o MPA Full) te cuento que se combina un motor 2.5 naftero (ciclo Atkinson de inyección indirecta) de 165 CV con uno eléctrico de 130 que van alternando y/o combinando el funcionamiento siempre dependiendo de la mejor entrega posible de acuerdo a las circunstancias. Se complementa con una caja eCVT que va a hacer que te olvides completamente de la transmisión de marchas aunque no me voy a cansar de decir que las selectoras tipo rotary no me gustan para nada porque no me dan seguridad cuando selecciono algunos cambios o son algo perezosas: dame un “stick” siempre.
Las pruebas indicaron un cero a cien en 9,1 segundos y un kilómetro en el orden de los 30,5 segundos cifras que no son despampanantes pero que van a sobrar para el día a día máxime teniendo en cuenta la entrega plana de este tipo de vehículos.
Cómo se comporta la nueva Ford Kuga
Si hablamos de comportamiento, un excelente compromiso asfáltico para la ciudad y la ruta, con la tranquilidad de la jerarquía del segmento a altas velocidades y con una calibración para el día a día que nos hacen olvidar su origen norteamericano.
Es AWD “inteligente”, lo que implica que las cuatro ruedas pueden empujar aunque eso depende de la computadora cuando lo considere necesario y de que nosotros le digamos que estamos circulando sobre algún terreno específico mediante los modos de manejo (no me gustó la ubicación del comando) que, a diferencia por ejemplo de las pick ups, no es tan puntilloso: tiene eco, deportivo, resbaladizo y normal. Creo, de todas maneras, que al cliente de un SUV C de este tipo le va a sobrar para alguna que otra incursión fuoripista más allá de la lógica seguridad extra que le da por ejemplo en días de lluvia como los que nos tocó atravesar.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».