Ford tomó una decisión sobre su gama de autos con motor de combustión

Hace unos años, en 2021, Ford anunciaba como parte de su estrategia la decisión de comercializar únicamente vehículos eléctricos en Europa a partir de 2030. Pero en la actualidad, a tres años de aquella declaración, la marca del óvalo se enfrenta a un desafío inesperado: la venta de eléctricos no está creciendo de la manera esperada, lo que obliga a reconsiderar aquella estrategia inicial.

Según información a la que pudo acceder el sitio Automotive News de Europa, que suele obtener declaraciones de los máximos directivos de las marcas, el director general de Ford en el Viejo Continente, Martin Sander, expresó que la demanda de eléctricos ha sido «más baja» de lo que se esperaba. Este escenario hizo que la empresa considere la posibilidad de mantener una gama de vehículos con motores de combustión interna durante la próxima década si existe suficiente demanda. «Si observamos una fuerte demanda de vehículos híbridos enchufables, por ejemplo, los ofreceremos”, argumentó Sander.

Es cierto que Ford comenzó a volcar su estrategia hacia los eléctricos a partir de diferentes decisiones con sus modelos más emblemáticos, que fueron discontinuados sin reemplazo directo en los últimos años. Por ejemplo está el caso del Mondeo, que se discontinuó en 2022, “nuestra” Ecosport que se dejó de fabricar en todas sus fábricas en 2022 y el caso más reciente del Fiesta, cuya producción finalizó en julio de 2023.

Además, otras propuestas que no trascendieron tanto en mercados como el nuestro (S-Max y Galaxy) se despidieron en abril de 2023 y el próximo modelo que se sumará a esta lista es el Focus, que terminará su producción en la fábrica alemana de Saarlouis en 2025.

La realidad es que para llenar estos espacios, Ford viene planeando el lanzamiento de una versión totalmente eléctrica del Puma (SUV del segmento B que tomó el lugar de la Ecosport en Europa) a fin de año.

Además, ya se presentó la nueva Explorer 100 % eléctrica, que en realidad está basada en la plataforma MEB de Volkswagen y comenzará su producción en junio en Alemania, con un lanzamiento que está retrasado debido a la adopción de nuevas reglamentaciones para vehículos eléctricos.

Los principales competidores de Ford en Europa como el Grupo Volkswagen o el gigante Stellantis, mantienen una amplia gama de vehículos con motores de combustión, como por ejemplo Volkswagen Polo, Peugeot 208, Opel Corsa, entre tantos otros que pertenecen a diferentes segmentos, desde el A hasta los SUV más grandes.

La retirada de Ford de ciertos segmentos del mercado europeo plantea preguntas sobre su estrategia. La empresa claramente asumió un riesgo al eliminar nombres icónicos y exitosos como Fiesta, Focus y Mondeo, con la certeza de que los eléctricos ganen popularidad.

Pero la demanda de autos eléctricos va en caída en Europa, algo que pone en riesgo aquella estrategia planteada hace tres años. En este contexto, Ford se encuentra en una posición complicada, a pesar de que en regiones como Latinoamérica viene obteniendo buenos niveles de venta a pesar de que ya no tiene en su gama modelos accesibles.