Un concesionario tiene dos pick ups Ford F-1000 de los 80 sin rodar: así se encuentran
Se trata de dos pick ups Ford F-1000, un modelo que se posicionaba por encima de la clásica F-100 en términos de tamaño y capacidad. No te pierdas el estado de estas unidades prácticamente cero kilómetro.
A diferencia de la Ford F-100, que hoy tiene guardado un lugar especial en la historia de la industria automotriz local, la F-1000 es una pick up que no se ve todos los días en la calle, principalmente porque su comercialización estuvo limitada a ciertos mercados, principalmente de Sudamérica.
Por eso este hallazgo sorprenderá a más de uno. Se trata de dos unidades que se fabricaron entre la década del 80 y 90, en un impresionante estado de conservación ya que nunca fueron utilizadas: sí, son cero kilómetro.
Mirá en qué estado se encuentran estas pick ups Ford 0km
Ambas pick ups Ford pertenecen a la flota de vehículos del concesionario @reginaldodecampinas, que casualmente tiene en su poder varias unidades similares de autos como Chevrolet Astra, Volkswagen Gol y también pick ups, como Ford Ranger.
En el exterior de ambas pick ups encontramos una serie de detalles que llaman la atención, como los vinilos protectores en los centros de llanta (impensado), etiquetas de pintura, manuales y facturas de compra y hasta diarios que delatan su antigüedad: en uno se puede observar la fecha 25 de marzo de 1990.
El hecho de que sean dos pick ups de diferentes épocas permite comparar y apreciar las diferencias que había entre ambas, así como también el equipamiento y las características que fue sumando Ford con el paso de los años.
Desde el diseño de la plancha de a bordo y los asientos, pasando por pequeñas diferencias como el tablero y los detalles del vano motor reflejan cómo la marca mejoró y adaptó esta pick up a las necesidades y preferencias de los usuarios brasileños.
La Ford F-1000 fue una pick up que nació en Brasil para continuar el éxito de la reconocida F-100. Las produjo la filial de aquel país durante 19 años entre 1979 y 1998. En su primera generación el motor era un diesel 3.9 provisto por MWM, que al mismo tiempo era una evolución del que utilizaba la F-100, con la que compartía el chasis.
Los cambios frente a la F-100 que todos conocimos venían en materia de diseño exterior e interior, mientras que el aumento de la capacidad de carga ascendía hasta los 1.000 kg y sumaba frenos de disco delanteros servoasistidos de serie en lugar de los clásicos a tambor.
Adentro, el panel de instrumentos también se diferenciaba de la F-100 con relojes redondos en lugar del velocímetro horizontal típico de la Serie F de aquel momento.
Como novedad, a principios de los 90 fue la primera pick up grande en contar con un motor turbodiesel que generaba 119 CV. Además, estaba bastante bien equipada para lo que era un vehículo de este segmento, con levantavidrios y espejos eléctricos, así como también llantas de aleación de 16 pulgadas.
Más tarde sumó la tracción 4×4 y la cabina extendida (Supercab), con 56 cm adicionales y un asiento trasero para tres personas. Para esta época también aparecía un motor de 4,9 litros con inyección electrónica, con una potencia de 148 caballos. Finalmente, en 1997 la F-1000 sería reemplazada por la F-250 (que llegó a nuestro país como F-100).
Así era la última Ford F-100 fabricada en Argentina
La última versión de la pick up full size de Ford que se fabricó en el país fue la octava generación, que comenzó su producción en 1988. El diseño era similar al de la variante comercializada en Estados Unidos, con líneas rectas que le aportaban solidez pero al mismo tiempo transmitían cierta elegancia y jerarquía frente a las ediciones anteriores.
Además, si bien la Ford F-100 siempre fue considerada una verdadera herramienta de trabajo, esta generación ya comenzaba a mostrar cierta evolución con detalles que sumaban confort y seguían la moda impuesta por los norteamericanos.
Por eso las versiones más equipadas de la F-100 (XLT) ya incorporaban una dotación que hasta ese momento era impensada en una pick up full size. En este sentido se destacaba la presencia de levantavidrios y espejos eléctricos, aire acondicionado, dirección hidráulica y un equipo de audio con buen sonido.
De esta forma, la F-100 no solo demostraba solidez y confiabilidad en el campo con un desempeño elogiable, sino que también ofrecía (en algunas de sus alternativas) mayor confort y equipamiento para todos sus ocupantes, algo que mantuvo en las generaciones posteriores que llegaron desde Brasil.