¿El coleccionista más fiel? Recuperó el Ford Sierra de su padre que había vendido hace 20 años
Se trata de un auto que “heredó” cuando tenía 18 y luego se vio obligado a venderlo. Conocé todos los detalles.
Leandro Rodríguez es un coleccionista de autos con una marcada pasión por el Ford Sierra. Dentro de su inventario hay versiones especiales, tradicionales e incluso algunas unidades traídas desde Europa. Sin embargo, faltaba una pieza para completar el rompecabezas.
Según relató en una nota con Clarín, su fanatismo por el sedán del óvalo despertó cuando era chico y su padre llegó en un Sierra modelo 84 versión L, una de las más accesibles que se podían conseguir en aquel entonces. El auto fue el primero de la familia y se usaba para trabajar, hasta que Leandro cumplió 18 y se lo quedó.
“Fue un auto que no trajo un solo problema. Solamente era echarle nafta, hacer el cambio de aceite y usarlo para trabajar”, sostuvo. Claro que unos años más tarde, en 2002, se vio obligado a venderlo para comprar un vehículo que le permitiera trabajar. Y así fue como se desprendió de su querido Ford Sierra, hace ya 20 años.
Sin embargo, un día se le ocurrió comenzar a buscar el auto para comprarlo nuevamente. Y así fue como lo encontró en un sitio de ventas. El pobre Sierra no había sido cuidado como corresponde y hasta estaba pintado de blanco con pincel. “Un desastre, me dieron muchas ganas de llorar cuando lo vi y bueno, ahí fuimos al rescate”, contó.
El Ford Sierra tuvo un exhaustivo trabajo de restauración y el resultado final es lo que ves en imágenes. Un auto con casi 40 años que presenta un estado de conservación digno de admirar. La idea inicial era mostrárselo a su padre terminado, pero como él iba mucho a su taller enseguida lo vio y Leandro tuvo que contarle todo.
Breve historia del Ford Sierra en Argentina
El Sierra se presentó en sociedad en 1984 bajo el slogan “Maneje el viento. Maneje un Sierra”. Con su diseño transgresor para la época, el auto llegaba para reemplazar al viejo Taunus y posicionarse como una alternativa dentro de la gama media/alta de Ford en nuestro mercado.
En principio se ofrecían dos versiones del Ford Sierra: L y Ghia, con motores 1.6 y 2.3 (heredado del Taunus), respectivamente. Mientras el segundo tenía todo el lujo y confort que podía esperarse de un modelo que se había lanzado en Europa unos años antes, la primera alternativa apuntaba a un público más masivo, resignando equipamiento pero por sobre todas las cosas, potencia.
De esta forma, quizás el aspecto más destacado de esta versión L eran sus valores de consumo, con cifras que sobresalían por tratarse de un 1.6 a carburador. A su vez, otra de las cualidades de este auto era el comportamiento, producto de un sofisticado esquema de suspensión trasero independiente. A eso se sumaban el confort de marcha y una insonorización impecable.
Con el tiempo, el Ford Sierra fue sumando alternativas y versiones para de esa forma abarcar un amplio abanico de opciones. Quienes buscaban algo deportivo tenían la recordada coupé XR-4, aquellos que preferían confort y equipamiento contaban con los Ghia, mientras que para los que se conformaban con menos equipamiento y prestaciones (manteniendo las virtudes de siempre del modelo) estaba el L (luego se llamó GL).
El Ford Sierra es un modelo que quedó en la historia como un vehículo innovador para su época y marcó un punto de inflexión en la historia de la marca de Detroit en nuestro país. Hoy en día el modelo tiene fanáticos que lo admiran, ya sea por cuestiones familiares (caso de Leandro), deportivas o simplemente por pasión.