30 años de la muerte de Ayrton Senna: el recuerdo de su carrera más icónica, “la vuelta de los dioses”
A 30 años de su trágica muerte, un breve repaso por la trayectoria de Ayrton Senna en la máxima categoría y el recuerdo de su carrera más icónica.
En un día como hoy pero de 1994 el mundo del deporte automotor despedía a Ayrton Senna, un piloto “distinto”. Porque sin haber alcanzado las cifras de otros nombres de peso como Schumacher, Fangio o el mismísimo Hamilton, a lo largo de su trayectoria demostró niveles de destreza y pasión que difícilmente serán igualados en el ambiente de la máxima categoría.
Es inútil comparar cantidad de títulos frente a sus rivales contemporáneos y también con los pilotos actuales, ya que la Fórmula 1 es un deporte que varía muchísimo con la época. Pero lo cierto es que la esencia de Senna iba más allá de campeonatos ganados, era de esos pilotos que se “conectaban” con el auto de una manera diferente y por eso tenía la capacidad de conocer la adherencia justa que había que tener antes de ingresar a una curva.
Ayrton Senna tuvo su debut en la Fórmula 1 con la escudería Toleman en 1984, y rápidamente ganó reconocimiento por su habilidad en condiciones de lluvia. Durante el Gran Premio de Mónaco, el brasilero sorprendió al mundo entero con sus habilidades. Luego de largar en la decimotercera posición y en medio de una lluvia torrencial, logró vuelta tras vuelta adelantar lugares y llegar al segundo puesto por detrás de Alain Prost, que venía liderando a bordo de su Mclaren. La carrera tuvo que ser suspendida por las condiciones climáticas, pero muchos afirman que ese día la Fórmula 1 había conocido a Ayrton Senna.
A lo largo de su trayectoria que sería interrumpida por un accidente fatal en la curva número 7 del emblemático circuito de Imola, Ayrton Senna alcanzó 3 campeonatos mundiales (1988, 1990 y 1991), aunque seguramente hubiera logrado conseguir algunos más. En total ganó 41 Grandes Premios y obtuvo 65 Poles.
Así fue una de las carreras más recordadas de Ayrton Senna
El Gran Premio de Europa de 1993, también conocido como «la vuelta de los dioses«, sigue siendo recordado como una de las carreras más emocionantes en la historia de la Fórmula 1. Tuvo lugar en el circuito de Donington Park en el Reino Unido, y fue una demostración de la habilidad, estrategia y velocidad de Ayrton Senna.
Aunque no comenzó la carrera en el podio y largó cuarto, rápidamente pudo exhibir su destreza en la pista. Después de un comienzo lento, logró adelantar a un joven Michael Schumacher y al austríaco Karl Wendlinger en cuestión de segundos. Luego, en una maniobra increíble, adelantó a Damon Hill y más tarde, en la horquilla de Melbourne el brasileño realizó un ataque inolvidable que quedará grabado en la retina de todos los fanáticos, donde superaba por el interior a Prost y se quedaba con el primer puesto del Gran Premio.
Al final de la carrera, cruzó la bandera de cuadros con una ventaja impresionante de más de un minuto sobre Hill, quien quedó en segundo lugar. El resto de los competidores, incluído el francés Alain Prost, quedaron una vuelta por detrás.
La actuación de Ayrton Senna en aquella carrera fue sólo un testimonio de su habilidad y compromiso con la Fórmula 1. Actualmente ese día es un recordatorio más de por qué Senna sigue siendo considerado como uno de los mejores pilotos en la historia del deporte.