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Adiós al Chevrolet Camaro: así lo probamos por última vez en auto test

General Motors anunció la discontinuación de su histórico muscle car y recordamos cómo lo probamos por última vez.

Chevrolet anunció ayer que dejará de producir el Camaro, su histórico muscle car que cuenta con una trayectoria de más de 50 años, aunque con un breve parate entre 2002 y 2010. Actualmente, el Camaro ya va por su sexta generación y la idea de la marca de Detroit es despedir al modelo con una versión especial que suma diferentes elementos estéticos y que estará disponible en una cantidad limitada de unidades.

Chevrolet Camaro despedida 2

En Argentina conocemos al Chevrolet Camaro desde su quinta generación, que se presentó allá por 2014 y luego evolucionó en la línea actual. Cabe destacar que en 2018 el modelo tuvo un restyling que nunca supimos ver en nuestras calles, y por eso el auto que ves en imágenes presenta el estilo “viejo”.

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La última vez que nos subimos a un Camaro fue en mayo de 2018, cuando lo probamos por última vez en su versión descapotable con techo de lona. En aquel momento se trataba de una variante que no tenía rivales (tampoco llegó a tener) ya que el Ford Mustang, su histórico competidor coterráneo, no ofreció nunca en Argentina una variante convertible.

Chevrolet Camaro despedida 1

Al momento de realizar la prueba, lo primero que había que destacar más allá del diseño agresivo, que se mostraba un poco más afilado que en el modelo anterior aunque conservaba en líneas generales la arquitectura general, era la configuración mecánica bien norteamericana.

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Hablamos del inmenso bloque V8 6.2 con un sólo árbol de levas y dos válvulas por cilindro que entregaba 461 CV y un torque bestial de casi 630 Nm de torque. Este motor se acoplaba a una transmisión automática de ocho velocidades que permitía un pase manual a través de las levas en el volante, aunque los más puristas hubiesen preferido seguramente una alternativa con caja manual.

Chevrolet Camaro despedida 3

Respecto de las prestaciones, el Chevrolet Camaro convertible podía acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos (la coupé lo cumplía en 4,9) mientras que para recuperar de 80 a 120 km/h le bastaban tan sólo 2,9 segundos (2,7 en su hermano de techo duro). Por su parte, la velocidad máxima estaba limitada a 250 km/h por una cuestión de seguridad.

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En el uso más extremo en pista, el Chevrolet Camaro se sentía a sus anchas, con un control de estabilidad que como buen deportivo ofrecía diferentes posibilidades de desconexión. Quitando todas las ayudas electrónicas posibles, hacía falta una buena cantidad de giros a la pista para domar los 461 CV.

Chevrolet Camaro despedida

El Chevrolet Camaro seguramente quedará en la historia como uno de los pocos ‘muscle cars’ que se llegaron a ofrecer de manera oficial en Argentina en los últimos años. En las páginas de autos usados todavía podemos encontrar algunas unidades, tanto de la quinta como la sexta generación y en sus dos carrocerías. Los precios oscilan entre 60 y 100 mil dólares, dependiendo la unidad y el estado.

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Mientras tanto, en su país de origen General Motors ya dejó en claro que Camaro como denominación no desaparecerá. En su lugar, planean utilizar ese nombre para un futuro exponente deportivo 100% eléctrico, en una estrategia arriesgada pero que ya implementó su eterno rival Ford con el Mustang Mach-E.