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30 años guardado en un sótano: el estado de este Volkswagen Senda sin rodar te va a sorprender

Te contamos la particular historia de este verdadero clásico nacional que estuvo acumulando polvo durante tres décadas. ¡Conserva hasta los plásticos de los tapizados!

Existen ciertos autos que cuando están bien conservados y con bajo kilometraje son considerados una verdadera pieza de colección. Quizás ese no sería el caso del Volkswagen Senda, un auto híper conocido por el público argentino ya que supo ser uno de los modelos más vendidos del mercado y todavía es común ver unidades circulando, como pueden, por la calle.

Volkswagen Senda

Sin embargo, estamos ante un hallazgo que sorprende ya que por cosas del destino un Volkswagen Senda quedó guardado durante 30 años en un galpón sin usar, y ahora te lo mostramos en detalle para que lo conozcas en profundidad.

El auto apareció, una vez más, gracias al excelente trabajo de investigación de la gente de @retrovintagephotos. Es un Volkswagen Senda de 1991 que se utilizó muy poco y luego por circunstancias que desconocemos su dueño decidió guardarlo bajo techo por tres décadas.

Volkswagen Senda sotano

En las fotos puede observarse que cuando el auto fue encontrado estaba cubierto por una gruesa capa de polvo y en un evidente estado de abandono. Sin embargo, luego pasó por un proceso de limpieza para lucir como en las últimas imágenes, con la pintura roja en un excelente estado y sin la presencia de detalles en la chapa ni los plásticos.

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Otra particularidad del exterior es que conserva las tazas originales de fábrica e incluso la patente vieja posterior a 1995. Del interior sólo hay una foto pero que permite ver los plásticos protectores de los asientos y las perfectas condiciones de los tapizados, otro detalle que evidencia el bajo kilometraje y el poco uso que tuvo este Volkswagen Senda.

Volkswagen Senda frente Volkswagen Senda Baul Volkswagen Senda trompa Volkswagen Senda interior

Repaso por la historia del Volkswagen Senda en Argentina

Al Volkswagen Senda el público argentino lo conoció primero bajo la denominación Gacel en 1983, cuando este modelo comenzó su producción en la planta bonaerense de San Justo para tomar la posta del antiguo VW 1500 de origen Dodge. Con la fallida unión de Autolatina, antes de comenzar la década del 90 Volkswagen lanza el Senda como una alternativa más austera del Gacel y un planteo estético similar al que adoptaría unos años más tarde el exitoso Gol (recordemos que ambos modelos derivaban de la misma plataforma).

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Volkswagen Gacel trompa

El Senda heredaba del Gacel los atributos que caracterizaron desde el día 1 al modelo, tales como la nobleza y confiabilidad mecánica, la robustez de las suspensiones (un sello indiscutido de la familia) y un comportamiento rutero de lo mejor que ofrecía el segmento. Claro que la contrapartida estaba en la ciudad ya que las suspensiones tenían una puesta a punto que no priorizaba el confort de marcha.

Claro que durante su última etapa comercial que tuvo lugar entre 1991 y 1996 aproximadamente, el Volkswagen Senda había perdido un poco de prestigio frente a sus antecesores, pero gracias a su planteo general apuntado a un público masivo se ganó el respeto de los miles de usuarios que valoraron la robustez y confiabilidad que el modelo demostró a lo largo de los años.

Por el lado de los motores, el Senda se ofrecía con el conocido 1.6 AP, también llamado Audi 827 en sus inicios, que ya para la última época entregaba 83 CV, potencia más que destacada para un vehículo de las características del Senda. Tampoco hay que olvidar la alternativa diésel con otro 1.6 de escasos 54 CV pero que ofrecía un consumo de combustible imbatible. Esta mecánica también llegaría al Gol pero recién con la segunda generación conocida como AB9.

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Para fines del 95 y ante la llegada del nuevo Gol a la planta de Pacheco, sumado a la disolución de Autolatina, el Volkswagen Senda llegaba al fin de su carrera industrial. Allí de alguna manera tomó su lugar el Polo, un auto mucho más moderno y equipado, pero también más caro, que llegaría primero importado de España y luego fabricado en Pacheco.

De esa forma el Gol dejaba de ofrecer una variante sedán de cuatro puertas, algo que cambiaría recién en 2008 con la presentación de la renovada quinta generación (o tercera, como más te guste), que ya presentaba una plataforma mucho más moderna y agregaba la carrocería tricuerpo que los modelos anteriores nunca habían ofrecido. Paradójicamente, para el mercado local se eligió la denominación original del modelo en Brasil: Voyage.