Los 3 puntos clave del Volkswagen Nivus 170 TSI
Salimos con el Volkswagen Nivus 170 a vivir la movida porteña para experimentar y analizar los aspectos que siempre atendemos en auto test pero en un escenario diferente. Crónica de una salida nocturna a bordo del SUV.
Siempre que escribimos, nos referimos y hablamos del Volkswagen Nivus recordamos cómo se nos apareció casi silenciosamente aquél verano 2019/2020 en el stand de Cariló. La marca lo anunció mediante una silueta que dejaba bien en claro que se trataba de algo diferencial, y meses más tarde lo presentó en plena pandemia con un éxito arrollador: venía de agotarse la primera preventa en Brasil y unas semanas después pasó exactamente lo mismo en Argentina.
Con esas cartas llegó el Volkswagen Nivus, que, a horas de su aterrizaje en el país pasó por nuestra cochera en incontable oportunidades y prácticamente en todas las versiones: nos faltaba la entrada de gama, que pasó hace unos días por auto test y para la cual reservamos algo especial que no solemos hacer y que creíamos oportuno: hacer la prueba -y la producción- de noche. Así fue como se lo sugerimos a Volkswagen, que no dudo en dejarnos el Nivus 170 para poder documentar la salida por la noche porteña.
Índice
Equipamiento
A todos los que nos preguntaron les fuimos francos: el Volkswagen Nivus 170 es un gran auto, con muchas de las virtudes del resto de la gama teniendo en cuenta que se trata de una versión “base”. Y lo ponemos entre comillas porque la dotación es más que correcta por su posicionamiento.
En materia de seguridad hay sólo tres ítems (frenado autónomo, control de crucero adaptativo y espejo fotocromático) que quedan exclusivos para el full (Highline), lo demás, es de serie: seis airbags, ABS y controles de estabilidad y tracción. Pero una de las cosas más interesantes y casi inesperadas que tiene el Volkswagen Nivus 170 y que nos vino como anillo al dedo en este caso fue que toda la gama está equipada con faros LED con lo cual la iluminación nocturna fue espectacular: lo destacamos porque muchos modelos del mercado reservan esta tecnología exclusivamente a la parte superior de las gamas. Para cerrar el apartado seguridad, el Nivus fue probado en septiembre 2022 por Latin Ncap y obtuvo cinco estrellas (92% adultos y 92% infantes).
Cuando cayó el sol arrancamos y enfilamos a buscar a Claudio (Arena). La idea, de acuerdo con la distancia entre nuestros domicilios, era cubrir buena parte de la Capital y después enfilar hacia un sector un tanto desconocido para quien suscribe como es la Plaza Devoto; curiosa, nostálgica y paradójicamente, donde pasó buena parte de su infancia Carlos Figueras.
La primera parte de la noche fue por avenidas que atraviesan la Ciudad: Crámer y de los Incas hasta llegar a Triunvirato. La primera nace en General Paz y aunque pareciera convertirse automáticamente en la segunda, sigue corriendo paralela a la vía por unos metros más. Aun así, la mayoría agarra Incas, que con su boulevard es un espacio muy bonito de la ciudad. Cabe destacar que en todo momento nuestra posición al mando del Volkswagen Nivus fue la deseada ya que el volante regula en altura y profundidad. La butaca, de tela, en este caso nos vino bárbaro para no sufrir calor en ninguno de los días de test.
Confort de marcha
En esa arteria revalidamos muchos de los buenos conceptos de la suspensión: por su empedrado, sus profundas bocacalles y los colectivos que van gradualmente erosionando la traza, es una prueba de fuego para cualquier vehículo que pasa por nuestra cochera.
El Volkswagen Nivus tiene un esquema tradicional de suspensiones (trasera a torsión), pero también dos puntos clave: primero que fue pensado para la región y es fabricado en ella y segundo que es el hermanito de la gama que más caucho tiene. Por su posicionamiento, tiene un generoso perfil 60 que le permite amortiguar todavía mejor, con lo cual su confort de marcha es muy bueno. Ya que estamos en zona, llanta de cinco rayos de lindo y/o deportivo diseño.
Prestaciones y consumos
Ya con Claudio a bordo, fuimos hacia Devoto. La idea detrás de este destino fue evitar Palermo por cuestiones de aglomeraciones y porque, como dijimos más arriba, Devoto fue un lugar medio inexplorado por auto test.
Para llegar a la zona de la plaza tomamos la General Paz. Aquí nuestros consumos mejoraron considerablemente porque a diferencia de lo que solemos experimentar cuando la atravesamos de día, la “generala” estaba mucho más fluida.
El Volkswagen Nivus 170 TSI se despega del resto de la gama por lo que lleva bajo el capot: el mismo tricilíndrico 1.0 pero en lugar de 116 CV con 95 CV. La diferencia nominal de 21 CV es considerable, pero en cuanto a sensaciones, la posibilidad de llevarlo con rienda corta con la caja manual de cinco velocidades permite tener buenas respuestas.
El “cero a cien”, que lo utilizamos siempre como referencia de potencia y aceleración, lógicamente, lo firmó en 11,9 segundos mientras que el kilómetro lo cubrió en 32,2 segundos. En pocas palabras, un motor rendidor con mejores sensaciones de las que esperábamos.
Parte del trazado urbano lo hicimos echando mano de la caja. La 170 es la única opción de Volkswagen Nivus manual, en este caso de cinco velocidades con el muy buen funcionamiento que siempre destacamos de las transmisiones de este tipo de la marca alemana. Pese a esto, el TSI gira a 2500 RPM cuando circula a 100 y a 3.200 cuando va a 130, dos registros aceptables y lógicos para un auto y motor de este segmento.
Con el control de velocidad crucero a 80 seguimos por la General Paz hasta la bajada Lope de Vega donde nos sumergimos hasta llegar a la plaza. En ciudad los consumos del 170 son mejores que los del 200: la media fue de 10,6 litros cada cien kilómetros que nos confieren una autonomía de casi 500 kilómetros.
Durante buena parte del trayecto nos entregamos a la central multimedia, que de alguna manera era una de las incógnitas por develar. A diferencia de las opciones más equipadas, este Volkswagen Nivus 170 no tiene la completísima VW Play estrenada allá por abril de 2020 sino una versión más reducida denominada Radio Composition con pantalla táctil de 6,5», 6 parlantes (4 adelante y dos atrás) y la posibilidad de conectar android auto y car play con un mix de comandos físicos, algo que todavía nos sigue gustando.
Allí nos encontramos con una movida nocturna importante, principalmente gastronómica y deportiva. Respecto de este último y con muy buenos 415 litros de baúl (pese a su silueta es apenas 5 litros menos espaciosa que su hermana T-Cross), el Nivus puede ser un compañero ideal para quien necesita un vehículo para trasladarse hacia sus actividades lúdicas: allí atrás puede cargar bolsos, equipamiento o lo que sea que se necesite y en la segunda hilera de asientos (2,56 entre ejes) pueden viajar algunos compañeros de equipo o quien se te ocurra aunque atención que no hay puerto USB de carga en ese sector con lo cual cada uno debería llevar sus dispositivos cargados.
En la plaza aprovechamos para tirar unas fotos, grabar unos videos y también contar nuestras sensaciones a bordo, material que fuimos subiendo a nuestras redes y que podés revivir cuando quieras en YouTube e Instagram.
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Después de las tareas de documentación, dimos unas vueltas buscando lugar para los 4,26 metros de humanidad de la Volkswagen Nivus y una vez que lo encontramos nos valimos de la cámara de retroceso que incluso con la nula luz natural entregó imágenes nítidas que nos ayudaron en la maniobra.
Con la tarea cumplida y después de comprobar en una noche todas las virtudes del Volkswagen Nivus 170 (habitabilidad, confort de marcha, equipamiento, poder lumínico) con Claudio nos sentamos, acomodamos el asiento a nuestro piacere y nos aprontamos a pedir la carta en una de las pizzerías más conocidas de la plaza. La vuelta fue, por supuesto, todavía bajo la atenta mirada de la luna y a bordo del Volkswagen Nivus.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».