Alfa Romeo Giulia TZ cumple 60 años: Todo lo que hay que saber

Hace literalmente seis décadas nació un ícono que fusionó la velocidad de las pistas con la elegancia de las carreteras: el Alfa Romeo Giulia TZ. Codiciado por sus prestaciones, rareza y su dualidad única como coche de competición adaptado para la vida cotidiana, celebra su sexagésimo aniversario. Además, recuerda una era en la que la ingeniería y el diseño italiano marcaron pauta en el mundo automotriz.

En el periodo comprendido entre 1963 y 1965, emergieron sólo 121 unidades del Alfa Romeo Giulia TZ. Y su sucesor, el TZ2, aún más exclusivo, vio la luz con tan sólo 12 ejemplares fabricados. Estas cifras, lejos de ser triviales, subrayan la rareza y exclusividad que rodea a este vehículo, haciendo que sea un objeto de deseo en el mundo de los coleccionistas, con valores que en subastas han alcanzado la impresionante cifra de casi un millón de euros.

Esencia e historia únic del Alfa Romeo Giulia TZ

El Alfa Romeo Giulia TZ no es sólo un automóvil; es la culminación de visionarios en el mundo del motor que hace 60 años se propusieron llevar la emoción de las carreras a las calles. Los primeros esbozos se gestaron a finales de los ‘50, con el objetivo de crear un sucesor digno del Giuletta SZ. Este nuevo modelo aspiraba a capturar las virtudes en los circuitos y corregir las imperfecciones, destacando la importancia de la aerodinámica y orientándose hacia la categoría Super 1600.

Bajo la dirección del visionario Orazio Satta Puliga, un equipo de talentosos ingenieros y diseñadores italianos se unió para dar vida al Giulia TZ. Giuseppe Busso supervisó los motores creados por la Autodelta de Carlo Chiti, Ercole Espada, en ese entonces en Zagato, imprimió su distintivo diseño a la carrocería. 

A su vez, la empresa aeronáutica SAI Ambrosini se encargó de los innovadores bastidores tubulares de acero tratado con cromo y níquel, que otorgaron al modelo su nombre: «Tubolare Zagato» o TZ.

El resultado fue un auto compacto, con menos de 4 metros de longitud y una liviandad extraordinaria, pesando tan solo 660 kg. Su motor bicilíndrico de 1.57lts, alimentado por dos carburadores Weber, desataba 112 CV, que, en las versiones de competición, se convertían en imponentes 160 CV. Además, alcanzaba una velocidad máxima de 215 km/h, lo que lo convertía en uno de los más potentes.

La aerodinámica e impronta, otro aspecto clave

Más allá de su peso y prestaciones, el Giulia TZ se distinguió por su innovadora aerodinámica. Concretamente, presentaba una superficie de sustentación característica, con una zaga de tipo Kammback que reducía la resistencia del aire de manera eficiente.

El año 1965 marcó el regreso del «Biscione» con una segunda generación: el Alfa Romeo Giulia TZ2. Más bajo, más ancho y aún más ligero que su predecesor, el TZ2 empleó fibra de vidrio en lugar de aluminio para su carrocería. Diseñado por Zagato, estaba destinado exclusivamente a la competición, equipado con un propulsor 1.6 DOHC con lubricación por cárter seco y encendido de chispa doble. Desarrollaba 170 CV y lograba una velocidad máxima de 245km/h.

Los logros deportivos del TZ2, con victorias en eventos destacados como los 1000 Km de Monza, las 12 Horas de Sebring y la Targa Fioro, además de un triunfo en Nürburgring la temporada siguiente, contribuyeron a consolidar la leyenda del TZ.

Esencia y evolución, el estrecho vínculo

Más allá de las pistas, el revolucionario diseño del Alfa Romeo Giulia TZ inspiró dos concept-cars notables: el Canguro, creado por Giugiaro para Bertone y presentado en el Salón de París de 1964, y elGiulia 1600 Sprint, basado en el TZ2 y exhibido por Pininfarina en el Salón de Turín de 1965. 

Hoy, al celebrar sus 60 años, el Alfa Romeo Giulia TZ continúa siendo un símbolo de innovación, velocidad y estilo italiano. De esta manera, recuerda que su legado perdura en el corazón de los apasionados por los automóviles y la historia del motor. Es cierto que no es el vehículo más frecuentado ni tampoco accesible, pero sí una verdadera joya.