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Un insólito error en boxes dejó a un piloto sin chances en la NASCAR

La carrera de la popular categoría tuvo una de las escenas más sorprendentes de la temporada en la calle de boxes. Te contamos los detalles.

Nascar Bubba Wallace

La última cita de la temporada regular de la NASCAR en Richmond tuvo un giro inesperado que involucró a Bubba Wallace. Después de ganar la segunda etapa y pelear en la punta en el arranque del tramo final, el piloto del Toyota n° 23 vio cómo su carrera se desmoronaba en una secuencia insólita en boxes.

El momento clave llegó en la vuelta 308, cuando el gato cayó demasiado rápido durante la detención y el neumático delantero izquierdo no quedó bien asegurado. El equipo intentó advertirle por radio para que regresara en reversa a su puesto, pero Wallace no entendió la indicación y siguió avanzando por la calle de boxes. Ya era tarde: la rueda se desprendió y lo obligó a detenerse frente al box de Joe Gibbs Racing.

En una imagen tan inesperada como poco frecuente, integrantes del equipo Toyota rival acudieron a ayudarlo para reinstalar el neumático. Wallace se reincorporó a la carrera en la 31.ª posición, con tres vueltas de desventaja, y sin chances reales de recuperar terreno.

Un alivio antes del golpe en NASCAR

Nascar Bubba Wallace

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El infortunio en boxes no resultó tan doloroso gracias a que Wallace había asegurado matemáticamente su lugar en los playoffs antes de la carrera. La clasificación previa le permitió encarar con menos presión un error que en otro contexto habría significado la eliminación directa.

Mientras tanto, Chase Briscoe, que había sufrido un accidente en la vuelta 199, pudo recomponerse y terminar dentro del top 10. La solidaridad entre equipos de la misma marca fue uno de los momentos más comentados de la jornada.

La carrera, marcada por la estrategia

La cita de NASCAR desarrollada en Richmond quedó en manos de Austin Dillon, que necesitaba imperiosamente un triunfo para acceder a los playoffs. Su victoria lo metió en la postemporada por primera vez desde 2022, relegando a Alex Bowman -segundo en pista- a la incómoda posición de depender de la definición en Daytona.

Nascar

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El dominio de los equipos de Penske fue evidente con Ryan Blaney, Joey Logano y Austin Cindric ocupando del tercer al quinto lugar, seguidos por Kyle Larson, Daniel Suárez, Josh Berry, Brad Keselowski y Denny Hamlin. William Byron, por su parte, se aseguró el campeonato de la temporada regular con el Chevrolet n.° 24 de Hendrick Motorsports, sumando 15 valiosos puntos extra.

Con múltiples banderas amarillas, neumáticos degradados y estrategias de boxes arriesgadas, la competencia fue un verdadero ajedrez sobre ruedas. Lo que pocos esperaban era que la anécdota más recordada de la noche sería la rueda perdida de Bubba Wallace, un episodio que quedará en la memoria como uno de los más insólitos de la temporada.

La locura del final del año pasado

El 11 de agosto de 2024, Austin Dillon ya había protagonizado uno de los desenlaces más polémicos en Richmond. A pocas vueltas del final, superó a Denny Hamlin y se perfilaba como candidato firme a la victoria. Sin embargo, un accidente forzó la prórroga y en la reanudación Joey Logano lo adelantó, arrebatándole momentáneamente el liderazgo.

Lo que siguió fue pura controversia. En la última vuelta, Dillon golpeó a Logano y después enganchó deliberadamente a Hamlin para cruzar primero la meta. Las reacciones fueron inmediatas: Hamlin denunció la falta de arbitraje en NASCAR y Logano estalló de furia, calificando a Dillon con durísimas palabras ante la prensa.

La sanción no tardó en llegar. Aunque la victoria se mantuvo en los registros, NASCAR decidió excluir a Dillon de los playoffs, un hecho sin precedentes que encendió el debate sobre los límites del contacto en las stock cars. El episodio dejó una sombra en el cierre de la temporada pasada y demostró hasta qué punto los pilotos están dispuestos a arriesgarlo todo para entrar en la postemporada.