Del podio al hospital: el insólito accidente de un piloto de NASCAR tras ganar una carrera
El actual líder del campeonato de la NASCAR Xfinity Series y con apenas 19 años, había coronado un día que fue (casi) perfecto.
Connor Zilisch vivió una jornada gris, tras ganar la carrera de NASCAR Xfinity Series, el último sábado en Watkins Glen. El piloto estadounidense terminó la jornada en el hospital tras un incidente ocurrido en plena celebración de su sexta victoria de la temporada.
El actual líder en puntos de la NASCAR Xfinity Series y con apenas 19 años, había coronado un día que fue (casi) perfecto. El joven nacido en Carolina del Norte dominó la carrera, lideró 60 de las 82 vueltas y dejó atrás un final agitado por un accidente múltiple y un mano a mano con su compañero Shane van Gisbergen.
El público vibraba, el Chevrolet No. 88 de JR Motorsports estaba en Victory Lane, y todo parecía listo para el festejo. Pero el momento se convirtió en un susto que heló la euforia en el paddock.
La caída inesperada
Después de estacionar en la zona de celebración, Zilisch intentó subir al techo de su auto para saludar a los aficionados. En el salto, su pie izquierdo quedó atrapado en la malla de la ventanilla del conductor. La pérdida de equilibrio fue inmediata: cayó de cabeza sobre el asfalto desde lo alto del coche y quedó inmóvil. La imagen desató un silencio inquietante
Los equipos médicos reaccionaron de inmediato. Tras una evaluación rápida en el lugar, fue trasladado en camilla al centro médico del circuito. “Despierto y alerta”, informaron los doctores, aunque la decisión fue enviarlo a un hospital local para estudios más profundos.
Horas más tarde, NASCAR confirmó que las pruebas de cabeza y cuello resultaron favorables. El propio piloto llevó alivio a sus seguidores en redes: “Salí del hospital y ya estoy mejorando… solo tengo una clavícula rota. Agradecido de que no haya sido peor”, escribió.
Un festejo que cambió la agenda
El golpe tuvo consecuencias inmediatas para sus planes. Trackhouse Racing, equipo con el que Zilisch iba a correr al día siguiente en la NASCAR Cup Series —en lo que sería su primera triple jornada en las principales divisiones nacionales—, retiró su Chevrolet No. 87 de Red Bull. “Le deseamos a Connor una pronta recuperación”, señaló la escudería en un comunicado.
Su jefe en JR Motorsports, Mardy Lindley, no ocultó la preocupación: “Hizo un trabajo excelente remontando y tomando la delantera. Rezo por Connor ahora mismo para que esté bien. Creo que va a estar bien”.
El episodio empañó un fin de semana en el que Zilisch buscaba seguir ampliando una racha notable: once resultados consecutivos en el top 5 y cinco victorias desde su regreso, tras recuperarse de una lesión en la espalda sufrida en Talladega en junio.
El contexto de una carrera intensa
Más allá del accidente, la cita en Watkins Glen dejó su cuota de dramatismo en pista. En la vuelta 74, un intento de adelantamiento de Austin Hill a Michael McDowell provocó un choque que arrastró a nueve pilotos más y alteró la lucha por los playoffs. “Intentaba adelantar al 88 lo más rápido posible… pensé que tal vez podríamos tener una oportunidad de competir con él. Pero no fue así”, explicó Hill.
Sin fecha confirmada para su regreso, Zilisch mira ahora a Portland, el 31 de agosto, cuando se abrirán los playoffs de la Xfinity Series. Será una instancia decisiva para el piloto que, en un mismo fin de semana, pasó de la gloria en la pista a una dura caída fuera de ella, recordando que en el automovilismo, incluso después de la bandera a cuadros, nada está completamente escrito.