VW T-Cross: Habitabilidad, de lo mejor
Día 1: Analizamos durante una semana los puntos más destacados de la SUV de Volkswagen. La habitabilidad es sin dudas el aspecto en que saca la nota más alta.
La distancia entre ejes es generosa: los 2,65 metros posicionan el habitáculo de la T-Cross entre los más amplios y cómodos de su segmento. Un punto interesante en este aspecto es que a diferencia del modelo europeo, el producto que llega de Brasil cuenta con 10 centímetros más de distancia entre ejes (2,55 metros tiene el que se vende del otro lado del Atlántico). Sí, podemos discutir motorizaciones y calidad, pero en lo que a habitabilidad se refiere, el T-Cross Mercosur le gana al europeo.
La posición de manejo es adecuada para cualquier talla de conductor. El volante multifunción, de muy buen tacto y tamaño –similar al resto de la oferta de modelos de la marca– ofrece regulación en altura y profundidad y la butaca –de moderno diseño pero de escasa sujeción– brinda una amplia regulación en altura (de yapa cuenta con regulación de la zona lumbar). Durante un eventual periplo rutero, se viaja cómodo y relajado (buenas dimensiones del apoyabrazos).
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La habitabilidad posterior es otro punto a destacar. Un pasajero que mida más de metro-ochenta podrá ubicarse sin restricciones en las plazas traseras. Sobra el espacio para las piernas y también es buena la distancia al techo. Dos ocupantes viajan fenómeno. Y un eventual tercero tendrá que lidiar con el respaldo un poco duro en la zona central.
Lo dicho anteriormente, en cuanto a los materiales utilizados (plásticos rígidos) muestran un correcto ensamble en tanto el diseño de la plancha es muy similar a la de Polo/Virtus (no es la misma). En general, considerando el segmento en el que se desenvuelve, el nivel de terminación es más que correcto.