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Ushuaia-La Quiaca a bordo de dos Fiat Palio 1.8

El Operativo “NUNCA MAS” de Carlos Figueras realizado en junio del 2004 a bordo de dos unidades Fiat Palio 1.8.

Por Carlos F. Figueras

Cada tanto pasan por mi mente ideas delirantes. Durante largo tiempo maduré y planifiqué un súper operativo que uniera Ushuaia con La Quiaca bajo condiciones “non stop”, más de 4.000 kilómetros sin parar. Presenté el proyecto a comienzos de 2004 en varias terminales y algunas se mostraron interesadas. Pero finalmente fue Fiat la que aceptó el desafío aportando dos unidades de Fiat Palio 1.8 en sus versiones de tres y cinco puertas. El paso siguiente fue armar las tripulaciones con conductores experimentados y dispuestos al “sacrificio” que nos llevaría casi dos días netos para completar el recorrido. Así fue como elegí al “Mono” Pisani para que compartiéramos uno de los Palio y el otro quedaba en manos de Mariano Maggi y Claudio Capace, en tanto  Miguel (Tillous), como siempre, sería el encargado de eternizar las imágenes.

palio 1.8 operativo viniend

Si bien el recorrido de la prueba era de 4.400 kilómetros, como partíamos desde Buenos Aires con rumbo a Ushuaia (lugar de la partida) y luego desde La Quiaca volvíamos a nuestros orígenes, la distancia total del viaje fue de unos 10.000 kilómetros. Chequeadas las dos unidades la gente de Fiat y con dos ruedas de auxilio por autos encaramos hacia el sur con escalas previas en Puerto Madryn y Río Gallegos a ritmo turístico. En la capital fueguina una escribana certificaría nuestra partida y otro nos esperaría en La Quiaca para confeccionar el acta de llegada. A bordo de los autos llevábamos algunas vituallas (sandwichs, alfajores, chocolate) y varias botellas de agua mineral ya que sólo nos detendríamos para cargar combustible. Los turnos de manejo eran equivalentes a la duración dos tanques de súper. El que dejaba el volante a su compañero podía hacer uso del asiento trasero para descansar o dormitar un rato.

Arrancamos a las 5.30 de la mañana en plena noche del mes de julio. Ya en los primeros kilómetros nos esperaba asfalto con una traicionera capa de hielo que nos obligó a un manejo muy  prolijo y cuidadoso hasta superar el Paso Garibaldi. Temperatura exterior: 7 bajo cero. Con la luz del día, tras embarcar en el ferry que cruza el estrecho de Magallanes y pasar por las aduanas chilenas, fueron desfilando ciudades como Río Gallegos, San Julián, Caleta Olivia, Garayalde. Antes de Trelew el sol ya se escondía en el horizonte, teníamos la primera noche por delante. Fuimos dejando atrás Puerto Madryn, San Antonio Oeste, General Conesa, Santa Rosa y Huinca Renancó con las primeras luces del día. Ya el cansancio era notorio en las tripulaciones y una intensa lluvia nos acompañó hasta después de Río Cuarto cuando habíamos recorrido más de 3.000 kilómetros. Pasando Frías (Santiago del Estero) Mariano Maggi se comunicaba por el handie y nos daba una inyección de optimismo: “¡Vamos, vamos!…  estamos a tres tanques de La Quiaca”. Otra vez un aguacero entrando en la provincia de Salta con ruta sin marcar. Era demasiado, pero estábamos cerca de cumplir el cometido.

Fiat Palio 1.8

Alrededor de las 11 de la noche. En la entrada a La Quiaca, nos esperaba el escribano junto a un par de colaboradores a 3.500 metros de altura. Ni tiempo para apunarnos. Llegamos con los autos enteros, los Palio se habían bancado el esfuerzo y los motores regulaban sin fallas ante la falta de oxígeno a esas alturas. Habían pasado más de 42 horas desde nuestra partida en Ushuaia.

Nos estrechamos en un abrazo festejando la satisfacción de haber cumplido con la meta propuesta. Solo deseábamos una reconfortante comida caliente y una cama de verdad.  Con rostros cansados y sin consultarnos, mientras dábamos cuenta de un humeante guiso que nos ofrecieron en el hotel, llegamos todos a la misma conclusión: “ Todo ok… pero NUNCA MAS…”

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