Lejos de los tiempos soviéticos, Moscú vive un «boom premium»
La primera vez que vine a Europa fue en 2014, con motivo del Salón de París. Y una de las zonas donde más autos de altísima gama me deslumbraron fue en el Triángulo de Oro de esa ciudad. Hoy, su parque automotor es bastante diferente (te lo conté acá), y tras dos meses en Moscú, creo que encontré su reemplazante.
En las distintas avenidas de la capital rusa, es común escuchar potentes motores cuyos caños de escape son una verdadera sinfonía para los oídos. Así, no sorprende observar Mercedes-Benz Clase G AMG, Porsche Cayenne, BMW X6 y hasta Rolls Royce Phantom o Bentley Continental.
De hecho, sobre la calle Teatral’byy Proyezd, a metros de la Plaza Lubianka y del corazón de Moscú, se ubica un centro comercial que sería la debilidad de los amantes de los autos. En la planta baja, un local Bentley, y en la superior, otro Ferrari.
Pero las sensaciones no son nada sin los números que las avalan: en 2018, Rusia fue el país europeo con el crecimiento más alto en ventas, según recientes números aportados por la consultora automotriz Jato.
Si bien en cantidad es menos de la mitad de lo que se vendió en Alemania, el 13% de crecimiento es abrumador.
Ahora bien, en lo que refiere a mercado premium, las ventas crecieron un 2% con relación al 2017. Y cuando me refiero a «premium» quiero decir el más alto de todos. Por ejemplo, dentro de las 1.463 unidades vendidas del nicho «ricachón», el Mercedes-Benz Maybach S se llevó el 49% del total, con 716 modelos patentados.
En segundo lugar se ubicó Bentley, con 298 unidades; mientras que el podio lo completó Maserati con 238 vehículos. Por su parte, Rolls-Royce vendió 96 unidades; Lamborghini, 72; Ferrari, 30; y Aston Martin, 13.
Ah, y de ese número total, el 70% de las ventas se produjeron en Moscú y alrededores, con 991 unidades. Mi percepción tan errada no estaba….
*Por Lucas Amestoy