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Prueba de consumo: ¿cuánto gasta la nueva Ford Everest?

El nuevo SUV de Ford derivado de la pick up Ranger es el único del segmento que ofrece un motor naftero. Te contamos todos sus consumos.

Ford Everest (1)

Con la nueva generación de Everest, Ford apunta directamente al segmento de los SUV medianos con chasis de largueros. La versión que llega a nuestro país viene importada de Tailandia y está desarrollada sobre la misma base que la pick up Ranger, con una propuesta más lujosa y confortable pero sin descuidar su capacidad off road.

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En esta ocasión, pusimos el foco en los consumos de la única variante que se ofrece en nuestro mercado (Titanium) que tiene la particularidad de venir equipada con un motor naftero 2.3 EcoBoost de 300 CV y 446 Nm de torque.

Consumo a 100 km/h

La Ford Everest logra un consumo de 7,8 litros cada 100 kilómetros cuando se circula a una velocidad constante de 100 km/h. Este valor le permite alcanzar una interesante autonomía de 1.025 kilómetros, considerando los 80 litros de capacidad de su tanque.

Se trata de una cifra destacada para un vehículo de más de 2.400 kg de peso, con tracción integral y un planteo estructural robusto.

Ford Everest 2

Este rendimiento se logra gracias a una serie de tecnologías enfocadas en la eficiencia, como el sistema de parada y arranque automático (Start & Stop), el modo de conducción “Eco” y la gestión electrónica de los cambios mediante una transmisión automática de diez marchas.

Consumo a 130 km/h

Al incrementar la velocidad de crucero a 130 km/h, el consumo se eleva a 9,4 litros cada 100 kilómetros, lo que reduce la autonomía a 851 kilómetros. Este incremento es coherente con el aumento de la resistencia aerodinámica a mayor velocidad, aunque Everest logra mantener cifras razonables para un SUV del segmento D, con una altura de 1,84 metros y neumáticos de 20 pulgadas.

Cabe destacar que, a esta velocidad, la caja automática aprovecha su desarrollo largo en décima marcha, lo que contribuye a mantener las revoluciones del motor Ecoboost por debajo de las 2.000 rpm, favoreciendo el consumo.

Consumo urbano

En condiciones urbanas, con tránsito variable, semáforos y detenciones frecuentes, la Everest presenta un consumo de 13,6 litros cada 100 kilómetros. Esta cifra reduce la autonomía a 588 kilómetros, aunque se encuentra dentro de lo esperable para un SUV grande con motor naftero turboalimentado.

En este contexto, el sistema Start & Stop y el modo de manejo “Eco” cumplen un rol fundamental para contener el gasto, al igual que otras funciones como el indicador de cambio eficiente y el monitoreo en tiempo real del consumo, disponibles desde el panel digital del vehículo.

Consumo mixto

En un uso combinado entre ciudad y ruta, la Everest logra un promedio de 11,1 litros cada 100 kilómetros, que se traduce en una autonomía de 720 kilómetros. Esta cifra toma especial relevancia para usuarios que utilizan el vehículo para viajes familiares o traslados frecuentes, donde se alternan tramos urbanos con recorridos en autopistas.

Más allá de estos números, Ford declara oficialmente un consumo mixto de 9,3 l/100 km en condiciones de laboratorio, bajo normativa local. Sin embargo, como es habitual, los valores reales de uso presentan una diferencia con respecto a las cifras de homologación, producto de múltiples variables como el estilo de manejo, el tipo de terreno o el uso del aire acondicionado.

Conclusión

La nueva Ford Everest demuestra una buena eficiencia energética para el tipo de vehículo que representa: un SUV mediano, con estructura robusta, tracción 4×4, motor turbonaftero de 300 CV y amplio equipamiento de confort y seguridad. Si bien su consumo urbano es elevado, en ruta se muestra razonable e incluso competitivo dentro del segmento.

Para sumar algunos datos más a este informe, hay que decir que la Everest tiene una longitud de 4.914 mm, un ancho de 1.923 mm sin espejos, una altura de 1.841 mm y una distancia entre ejes de 2.900 mm, que le permite ofrecer un amplio habitáculo con capacidad para siete pasajeros.

El despeje de 226 mm, junto a los ángulos de ataque (30,2°), salida (25°) y ventral (21,9°), confirman sus aptitudes para sortear obstáculos en caminos difíciles. Además, tiene una capacidad de vadeo de 800 mm, lo que le permite transitar por cursos de agua o terrenos inundados con mayor seguridad.

En cuanto a espacio interior, la Everest brinda comodidad en las tres filas: la primera cuenta con 1.057 mm de espacio para las piernas, mientras que la segunda y tercera fila disponen de 912 mm y 806 mm respectivamente. La capacidad del baúl varía según la configuración de asientos: con las tres filas en uso se dispone de 259 litros; con dos filas activas, 898 litros; y al plegar las dos traseras, la capacidad se extiende hasta los 1.823 litros.