Nuevo semáforo de 4 luces: ¿qué color se suma y cuál es su función?
El cuarto color que se suma a los semáforos es una luz blanca, que permite a los autos autónomos seguir las indicaciones del vehículo que tienen adelante.
Los semáforos son indispensables para el tránsito, los mismos ordenan la conducción de los vehículos principalmente en las grandes ciudades. Todos conocemos los colores tradicionales de esta señalización que son rojo, amarillo y verde. Sin embargo, algunos usuarios se sorprendieron por la novedad de que un color más se agregaría a los ya conocidos.
El cuarto color que se suma a los semáforos es una luz blanca. El motivo de esta adición es permitir a los autos autónomos seguir las indicaciones del vehículo que tienen adelante está extendiendo a las ciudades más avanzadas del mundo.
Las luces rojas, amarillas y verdes de los semáforos no cambian en nada su uso actual. La luz verde indica que el conductor puede avanzar, la roja indica que deben detenerse y la luz amarilla significa precaución ya que anuncia el paso del verde al rojo y viceversa. Estos semáforos ya se instalaron en algunos puntos clave de Madrid, aunque aún están en fase de prueba.
¿Qué implica la nueva luz blanca de los semáforos?
La nueva luz blanca tiene la capacidad para que los vehículos autónomos puedan comunicarse de manera inalámbrica entre sí y con el sistema de control del semáforo. Cuando un número suficiente de vehículos autónomos se acerca a un cruce de calles, se activa la luz blanca. Esta luz indica que los autos autónomos están coordinando su movimiento para realizar una maniobra eficiente y sin riesgos.
Esta idea surgió desde la Universidad Estatal de Carolina del Norte que se propuso transformar este sistema pensando en un futuro que incorporará cada vez más autos autónomos.
El principal motivo para sumar la luz blanca en las grandes ciudades
La nueva luz blanca que se sumará en algunos semáforos representa un avance hacia una mayor integración de la tecnología de vehículos autónomos. Su principal función es optimizar la gestión del tránsito y preparar la infraestructura vial para el futuro de la nueva movilidad.
La infraestructura urbana deberá adaptarse para soportar una mayor presencia de vehículos autónomos, y los marcos legales tendrán que evolucionar para regular esta nueva dinámica de tráfico.
El profesor asociado de ingeniería de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Ali Hajbabaie sostuvo que: “Este concepto denominado ‘fase blanca’, aprovecha la potencia informática de los propios vehículos autónomos. Conceder a los vehículos autónomos una parte del control del flujo de tráfico es una idea relativamente nueva, llamada paradigma de control móvil y se puede utilizar para coordinar el tránsito en cualquier escenario en el que intervengan vehículos autónomos”.
Por último, Hajbabaie sostuvo que es importante incorporar el concepto de luz blanca en las intersecciones porque indica a los conductores humanos lo que está sucediendo. De esta forma, dan cuenta de que puede haber algún movimiento de un auto autónomo en la intersección.
Ariel Di Stefano – Colaborador de Motorpress –
Especialista en Marketing Digital