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Nápoles: la ciudad donde los conductores hacen lo que se les antoja

Hace casi un mes que estoy en Italia, y he recorrido el país de norte a sur (mucho de lo visto fue durante los días que tuve al Hyundai Kona, en Roma, Cinque Terre y Pisa). Si bien en algunos aspectos los italianos se nos parecen mucho, en Nápoles vi comportamientos inimaginables hasta por nosotros.

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No importa el sentido de circulación. Si hay lugar, se lo aprovecha.

Cruzarte con autos estacionados en doble fila (y sin balizas), «tirados» a muchos centímetros de distancia del cordón y casi cruzados, o ver a conductores circular en reversa a lo largo de toda una cuadra y a una velocidad poco prudente, son cosas del día a día.

«Acá no respetamos las reglas», me dice un napolitano en el hostel donde me hospedo. Y es verdad. Según datos de la Consap (Distribuidor de Servicios de Seguros Públicos, dependiente del Ministerio de Finanzas de Italia), el 28,3% de los vehículos de Nápoles no tiene seguro (la media nacional es del 12%).

La reversa no es uno de los fuertes de los napolitanos. (Foto: Lucas Amestoy).

La reversa no es uno de los fuertes de los napolitanos. (Foto: Lucas Amestoy).

Es más, el Fondo de Garantía para Víctimas de la Carretera (es una compensación al perjudicado por un auto sin seguro o que se da a la fuga) indica que el 47% de los accidentes informados pertenecen a la región de Campania (a donde pertenece Nápoles).

Fue también en Nápoles donde se conoció un caso inédito: un Alfa Romeo 159 con placa polaca pasó 240 veces el peaje de uno de los principales accesos a la ciudad solo en el mes de mayo, aprovechando la ausencia de barrera en el carril del «Telepase».

Algo más común de lo pensado: autos "tirados" en la calle. (Foto: Lucas Amestoy).

Algo más común de lo pensado: autos «tirados» en la calle. (Foto: Lucas Amestoy).

Además, es bastante común ver cómo los conductores «se hacen el lugar» para estacionar, corriendo con la trompa o cola de su auto a los que tienen adelante y atrás. Eso, también lo vi con frecuencia en Roma.

Y por supuesto que la gran mayoría de los motociclistas no llevan el casco puesto. En fin, los usos y costumbres de cada ciudad suelen llamarme la atención. Pero las de Nápoles, directamente espantan hasta al argentino más imprudente.