La historia de uno de los autos híbridos más lindos del mercado: ¿por qué fracasó?
Se trata del Fisker Karma, un vehículo que tenía todas las de ganar pero que finalmente fue un fracaso y llevó a su fabricante a la quiebra.
Hace más de diez años irrumpía en el mercado norteamericano el Fisker Karma, uno de los primeros vehículos híbridos de lujo de la industria automotriz. Develado inicialmente en el Salón de Detroit en 2008, comenzó su producción en 2011 y fue el primer modelo de la empresa Fisker Automotive, fundada en 2007.
A pesar de su diseño atractivo que lo posicionaba como uno de los autos más lindos de su nicho (recordemos que se presentó hace diez años y la carrocería exhibía un estilo que incluso hoy estaría más que vigente), este modelo estuvo envuelto en varias controversias y finalmente terminó siendo un fracaso, al punto de que la empresa que originalmente lo producía terminó en bancarrota en 2014.
Las particularidades del Fisker Karma
El diseño de este auto estuvo a cargo del fundador de la empresa, Henrik Fisker, que participó en la creación de autos icónicos como BMW Z8 o Aston Martin V8 Vantage. Esto se vio plasmado en el trabajo de las líneas del Fisker Karma, con una carrocería elegante y con líneas fluídas que aportaban una importante cuota de elegancia y deportividad.
Además del diseño, otro detalle interesante que distinguía al Fisker Karma de los demás autos híbridos o eléctricos de la época era su sistema de propulsión. El Karma fue uno de los primeros vehículos en utilizar un motor de combustión interna como generador para alimentar las baterías, pero también podía cargar las mismas a través de un enchufe como los eléctricos tradicionales.
El sistema en líneas generales era similar al que utilizaba el primer Chevrolet Volt, incluso el motor término era de origen GM. Se trataba de un 2.0 de cuatro cilindros con inyección directa y 264 CV, que iba montado en el sector delantero.
Por su parte, los motores eléctricos (dos de 163 CV) recibían energía provista por una batería de iones de litio de 20,1 kWh, que estaba ubicada entre los asientos de ambos extremos del auto, lo que significaba que estaba preparado para llevar cuatro pasajeros y no cinco como otros vehículos similares.
Pero eso no termina ahí, ya que el Fisker Karma también incluía de serie un techo con paneles solares, que no solo ayudaba a controlar la temperatura de la cabina en condiciones de clima adversas, sino que también de acuerdo a la empresa era capaz de proporcionar entre 6 y 8 km de autonomía adicional por semana.
Los problemas y las controversias del Fisker Karma
Desde el día 0 el modelo y la empresa que lo fabricaba estuvieron envueltos en varias controversias. En primer lugar, se sabe que el Departamento de Energía de Estados Unidos había entregado a Fisker un préstamo de unos 529 millones de dólares, principalmente destinados a contribuir en el traslado de las unidades desde la fábrica en Finlandia hacia Estados Unidos, uno de los principales mercados de este auto.
Según trascendió, hasta 2012 Fisker recaudó unos 200 millones de dólares hasta febrero de 2012, cuando el Gobierno decidió congelar el préstamo debido a que la empresa no cumplía con los requisitos establecidos al principio.
Otro factor que incidió en el fracaso de Fisker tiene que ver con la confiabilidad del sistema eléctrico, incluso hubo unidades afectadas por incendios y la marca tuvo que hacer un recall de unidades por un aparente riesgo de incendio de la batería causado por una pérdida de líquidos.