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La leyenda continúa: ¿Cuál es el modelo de Ford más temido del mundo y por qué?

La seguridad carecía de tanta prioridad en el siglo pasado e igualmente un auto de Ford, conocido como el más temido, decepcionó. Cuál fue, por qué y todos los detalles.

En la historia de la industria automotriz, pocos vehículos han alcanzado una infamia muy negativa y que supera a la de muchos otros. Es el caso de Ford con el Pinto, un modelo que se lanzó hace más de 50 años, pero cuya esencia y cualidad de temido se mantiene. 

Ford Pinto, el auto más temido del mundo

En 1971, la firma norteamericana lanzó el Pinto como respuesta para competir en el segmento de autos compactos, dominado por marcas japonesas y europeas. Sin embargo, se ganó una reputación temida que lo convirtió en uno de los vehículos más polémicos de su tiempo e incluso de la actualidad.

De grandes expectativas a decepcionar: la historia del Ford Pinto

Durante los ‘70, el mundo vivía una era de pantalones de campana, música disco y una creciente demanda de autos pequeños y económicos. Bajo la dirección de Lee Iacocca, Ford decidió desarrollar el Pinto, un modelo que no debía superar los 907 kg y tener un precio inferior al de otros, tanto de la compañía como del mercado en general. 

Por otra parte, la producción tenía que completarse en 25 meses, un tiempo récord comparado con los 43 habituales. En otras palabras, había que ofrecer un vehículo distinto y, pese a que inicialmente parecía exitoso, el tiempo demostró otra cosa.

Concretamente, el Ford Pinto vendió 400 mil unidades en su primer año. Todo parecía ir sobre ruedas para la marca, hasta que comenzaron a surgir graves problemas de seguridad que revelaron el lado oscuro del mismo y, claro está, la consecuencia de la sencillez que explicaba su precio y tiempos de producción.

Ford Pinto

La nula seguridad que lo proclamó como el más temido

El Pinto exhibía dos defectos de diseño críticos: primero, su depósito de gasolina estaba ubicado en un lugar muy vulnerable: en el eje trasero, lo que hacía que se rompiera fácilmente en caso de un impacto y provocara incendios mortales. Por su parte, la estructura era débil. Es decir, un choque a solo 40 km/h podía implicar una trampa mortal a partir de bloquear las puertas y atrapar a los ocupantes en un verdadero infierno de fuego.

Y la historia no termina ahí. Lo más alarmante no radicó en los mencionados defectos de diseño del Pinto, sino la respuesta de Ford ante estos peligros. En 1977, una investigación reveló que la compañía fue siempre consciente, ya que se realizaron más de 40 pruebas secretas y se demostró que el depósito de gasolina se agrietaba a 40 km/h o más.

Incendio Ford Pinto 1

Ford encontró una solución económica al problema: un recipiente de plástico duro que costaba solo cinco dólares por coche. Así y todo, no lo implementó, dado que prefirió indemnizar a las víctimas con un precio de 200 mil dólares por muerte.

Un antes y después y la calificación de más temido no cesa

La compañía del óvalo presionó a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) para que considerara solo el balance costos-beneficios. Estimaron 180 muertes al año, por lo que resultaba más barato indemnizar a las víctimas que corregir el defecto en más de 10 millones de unidades. 

Finalmente, la presión pública y las investigaciones llevaron a Ford a enfrentar 117 juicios y la mayor llamada a revisión de su historia: 1.5 millones. Lo curioso también es pensar que en aquel entonces las normas y exigencias de seguridad eran prácticamente nulas, y que, así y todo, este auto era un verdadero peligro.

De esta manera, el Ford Pinto puede resumirse como un antes y un después para mal. Se convirtió y se mantiene al día de hoy, a pesar de haber transcurrido medio siglo, como un símbolo de negligencia corporativa, ilustrado incluso en películas como Top Secret.