El Ford más deseado y buscado en los 70: encontramos una unidad que parece 0km
No todos los días aparece una unidad así de un vehículo que hoy ya es considerado un clásico. ¡Mirá en qué estado se encuentra!
El Ford Falcon Sprint es considerada como una de las versiones más deseadas del clásico argentino, al punto de que hoy en día tiene hasta su propio club de fanáticos. En esta oportunidad nos encontramos con una unidad que fue muy bien conservada, algo raro de ver en un vehículo que en su momento era utilizado para andar ‘a fondo’ al igual que otros deportivos nacionales como Torino, Dodge GTX y Coupé Chevy.
La cuenta de @autosfueradeserieargentina lo hizo de nuevo. En su página de Instagram publicó las imágenes que ilustran esta nota, de un Ford Falcon Sprint de 1973 que alega apenas 53.000 kilómetros recorridos, algo que se puede apreciar en el estado que muestran las fotos de todos sus ángulos.
Más allá de las mejoras a nivel mecánico, la versión Sprint del clásico Ford se diferenciaba por las características franjas de color blanco a los costados y sobre el capot, las insignias específicas en los laterales, los espejos sobre los guardabarros y las llantas. Con estas modificaciones Ford ponía en el mercado una versión picante de su vehículo emblema que luego se convertiría en un objeto de deseo entre los fierreros.
Índice
Las mejoras más importantes del Ford Falcon Sprint
Y volviendo a lo mecánico, el Falcon Sprint escondía bajo el capot algunas particularidades que también contribuyeron a su éxito. El motor 3.6 de seis cilindros en línea había recibido una serie de mejoras como carburador de doble boca, nuevo árbol de levas y nuevos múltiples de admisión y escape, y de esa forma podía alcanzar 166 HP, que no superaban los 170 HP de la Chevy Serie 2 pero sí los 155 HP del Chevrolet 400 Super Sport.
Prestaciones
De esta forma, según registros de los medios de la época que tuvieron la posibilidad de probar el Falcon Sprint cuando era un 0 kilómetro, el auto bajaba los 11 segundos para el 0 a 100 km/h y alcanzaba una máxima de 180 km/h, que hoy puede parecer insuficiente para un deportivo pero que en la década del 70 era más que aceptable.
Va a sonar un poco ‘nerd’ pero cuando aparecen esta clase de hallazgos me gusta recurrir al archivo para ver lo que decían en aquel momento los periodistas especializados sobre las sensaciones al manejar autos que hoy son clásicos.
Sensaciones de manejo
Naturalmente llegué a una prueba que realizó un tal Carlos Figueras para la revista Corsa, que se refirió al Sprint como “la oveja descarriada de una familia tranquila”. Según el Colo, el usuario al que apuntaba Ford con esta versión era “aquel que busca pocos problemas y a la vez quiere performance importante porque viaja mucho en ruta o simplemente porque le gusta”. En aquella prueba Figueras recorrió unos 6.000 kilómetros de ruta a una velocidad en el orden de los 160 km/h, “valor al que se circula sin inconvenientes”. Claramente, otra época.
Fiel a su estilo, así remataba la evaluación del Sprint: “Para hacerla corta, el Sprint es similar al antiguo 221 SP pero mejorado en muchos aspectos. Un auto leal, de mecánica noble y de estructura robusta ideal para viajar en ruta y muy elástico para la ciudad, que brinda confort y la seguridad de llegar a destino sin inconvenientes ni imprevistos”.