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El particular detalle que esconde uno de los sedanes más lujosos que Peugeot ofrecía en los 90

Se trata de un Peugeot 406, un modelo que se posicionaba casi como tope de gama dentro del catálogo de la marca francesa.

El Peugeot 406 llegó en 1996 a nuestro mercado para tomar el lugar del exitoso 405, aunque durante un tiempo ambos modelos convivieron dentro de la gama. En aquella época este sedán (que también supo ofrecer carrocerías rural y coupé) se ubicaba casi como el buque insignia de la marca, por debajo del 605 y luego del 607.

Peugeot 406 perfil

Pero si bien se trata de un modelo conocido para nuestro mercado (a pesar de que quedan pocas unidades en buen estado circulando) en este caso nos encontramos con un hallazgo que llama la atención por un detalle: es un Peugeot 406 repatriado, es decir que ingresó al país de manera particular y fue repatentado, algo que queda evidenciado en la chapa “AE”.

Las fotos fueron compartidas en la página de Facebook Historias del motor de Franco Cipolla y todo parecería indicar que se trata de una unidad traída desde Europa, aunque, al menos desde afuera, luce similar a cualquier otro Peugeot 406 comercializado en Argentina.

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Peugeot 406 frente

Sobre la unidad en particular, pertenece a la fase II o rediseño que tuvo el auto en 1999. En aquel entonces la trompa adoptaba un aspecto bien felino, con ópticas rasgadas que ocupaban gran parte del mascarón de proa. En líneas generales el 406 siempre fue un vehículo que se destacaba por su diseño agradable y hay que reconocer que viéndolo hoy en día incluso hasta moderno y no pareciera cargar con más de 20 años encima.

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Para hablar un poco del auto en general, el Peugeot 406 llegó importado por Sevel a fines de 1996 y en principio se ofrecía con cuatro motorizaciones, dos nafteros y dos diésel fiel a la tradición de la marca francesa.

Peugeot 406 trasera

El auto se destacaba por su diseño agradable y logrado, el completo equipamiento (venía de serie con sensor de lluvia, estéreo con CD, volante con doble regulación, techo solar eléctrico y climatizador automático como lo más destacado) y un elogiable confort de marcha producto del conjunto de suspensiones blandas, con eje trasero multibrazo.

Para 1999 el Peugeot 406 tuvo su primer y único rediseño, que le sentó muy bien y le permtió encarar su última etapa hasta la llegada de su reemplazo, el 407, en 2004. Más allá de los cambios estéticos había novedades bajo el capot, con la introducción de un nuevo motor naftero (el conocido 2.0 de 136 CV que luego equipó a varios modelos del grupo PSA) y también la familia HDI, que debutaba con un bloque de 2 litros de cilindrada y dos variantes, una con 90 CV y otra que entregaba 110 CV gracias a la presencia del intercooler.

Este Peugeot 406 se ofrecía en versiones ST y SV (intuimos que el de las fotos es un ST por las tazas plásticas) y en el caso del tope de gama la diferencia de equipamiento estaba, entre otras cosas, en la presencia de discos traseros, airbags laterales, apliques imitación madera en el tablero, llantas de aleación, techo corredizo y butacas con regulación eléctrica.

A pesar de que no igualó el éxito de su antecesor, con el cual incluso convivió durante unos años, el Peugeot 406 dejó un recuerdo grato entre los fanáticos de la marca y sus usuarios, que supieron valorar desde el primer momento sus principales atributos. Hoy es quizás considerado un clásico (no al nivel del 405)y lamentablemente es muy difícil hallar una unidad en impecable estado de conservación.