Contacto en Pinamar: Ford Ranger Raptor, la bestialidad hecha pick up
Se presentó la Ford Ranger Raptor II y en auto test tuvimos la suerte de manejarla en los médanos de Pinamar. Breve contacto con la pick up que llegará a los concesionarios los primeros días de mayo.
Pocos apellidos generan tanta emoción en la industria automotriz como Raptor. Por eso cuando nos enteramos que en Pinamar la protagonista iba a ser la nueva generación de la pick up deportiva de Ford, la ansiedad fue mayúscula.
Ya te contamos acá todo acerca de esta nueva edición en términos de novedades, ficha técnica y equipamiento pero lo que vos, yo y todos los que formábamos parte del grupo de Ford quería era manejarla. Y eso hicimos.
La cita fue en el stand de la marca en la zona norte de Pinamar y de ahí salimos hacia los médanos donde nos esperaban casi 10 Ranger Raptor para divertirnos un rato por la geografía de la Costa Atlántica.
Lo primero que notamos al subirnos fue el puesto de mando: a la altura de lo que se puede esperar de un producto fuera de serie como este. No hubo mucho tiempo para acomodarnos pero no hizo falta porque lo único que hicimos fue poner el pequeño selector en Drive y en cuanto nos dieron la orden salimos disparados.
Esta Raptor tiene un trabajo específico en el escape que permite ir modificando su bramido. Por eso si anduviste por los médanos este jueves de enero, seguramente pudiste escuchar cda vez que salían las Raptor en busca de los médanos. Ya arriba de una, nuestro navegante, que formaba parte de la organización, simplificó la situación sentenciando un “está en modo Baja” o, en criollo, en el modo más brutal de todos. Restaba acelerar.
Poner en palabras cuánto empuja es algo prácticamente fútil; creo que la manera más correcta y directa de expresarlo en palabras es que en ningún momento tuve miedo o apareció algún atisbo de encaje. Teníamos la seguridad, la sensación y prácticamente la certeza que podía emerger un Krakatoa que la chata firmada por Performance la iba a pasar sin despeinarse.
Siempre con aceleración constante e incluso a veces aflojando un poco para no pasarnos, la Raptor acompañó sin despeinarse: solo hubo que tener un poco de cuidado en las curvas para no destalonar las eficientes All Terrain.
Mención especial para la butaca, de exquisita ergonomía y un diseño que destila guerra por donde se lo mire. El volante, con marca central y un cuero de primera, acompaña con una asistencia justa y ni hace falta hacer mención a la suspensión que posiblemente no estaba performando ni a la mitad de lo que es capaz.
Una vez consumada la vuelta -más corta de lo que nos hubiera gustado- fue el momento de exigirlas realmente de la mano de la tropa del “Coyote” Villagra, multicampeón de rally argentino que sacó a pasear a buena parte del grupo llevando un poco más al límite al producto de Ford que, como bien sabés, recién tendrá precio a fines de marzo.
El final de la jornada fue, como suele organizar Ford, en formato de travesía con una buena cantidad de camionetas de la Raza Fuerte (Maverick, Ranger y 150 en prácticamente todas sus versiones), un show de la mano de Micky Rodriguez (ex Los Piojos) y una cena firmada por el equipo de Cafe San Juan.
Me encantó la Ranger Raptor. Es brutal, bestial y todo sinónimo posible le va a caber perfecto. Es un producto que se renueva sustancialmente y que salda la deuda de potencia que cargaba la anterior. Como dice el famoso meme de Laport: necesito volver a manejarla.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».