Contacto en el Gálvez: Toyota GR Yaris
Nos subimos al hatch más radical que la marca japonesa lanzó hace poco en Argentina. Unas vueltas en el autódromo como navegantes de Julian Santero con el deportivo de 261 CV en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires.
Hace algunos días, la marca oriunda de la mismísima ciudad de Toyota presentó en nuestro país uno de los modelos más radicales que comercializa a nivel global. Lamentablemente, el evento fue virtual y no tuvimos la suerte de poder acercarnos, mirar y tocar el modelo del segmento B.
Por suerte, el departamento de prensa de Toyota Argentina organizó hace algunas horas un encuentro con medios especializados, entre los que estuvo auto test, para poder ver de cerca uno de los modelos más rabiosos de nuestro mercado.
Además de conocer en primera persona el flamante box que Toyota Gazoo Racing abrió en el Autódromo de la Ciudad, Julian Santero, piloto oficial de la marca, nos ofreció una vuelta rápida en el modelo.
Fueron un par de vueltas en las que Santero exprimió a fondo los 261 CV que entrega el 1.6 de tres cilindros turbo, pero por sobre todo pudimos comprobar el impresionante poder de frenado del modelo y, también, cómo actúa el freno de mano en el sistema integral.
Nuestras primeras impresiones sobre el Toyota GR Yaris las podés encontrar en el video que subimos a nuestro canal de YouTube y que podés ver a continuación.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».