Chevrolet C-10 Silverado: la historia de la pick up protagonista de El Marginal
Para el ojo fierrero, en el primer capítulo de la última temporada de la serie más vista del país aparece un ejemplar de colección: una pick up Chevrolet de 1986. Acá te contamos un poco su historia.
La semana pasada el estreno de la quinta temporada de El Marginal estuvo en boca de todos. Actualmente, la serie creada por Sebastián Ortega está en el primer puesto de series más vistas en Netflix en Argentina, y también figura entre las diez más vistas en el top global de la plataforma de streaming.
Más allá de esto, el objetivo de esta nota no es hacer una reseña, eso se lo dejamos a los expertos. Lo que nos llamó la atención a nosotros lógicamente fue la pick up Chevrolet que aparece en el primer capítulo, cuando Diosito (protagonizado por Nico Furtado) huye de la cárcel de Puente Viejo y termina en el medio del campo en algún pueblito alejado de la provincia.
Gracias a la gentileza de un amigo de la casa, Leandro Barrientos (@automovilismodelrecuerdo) pudimos localizar al propietario de la pick up en cuestión y acceder a las imágenes que ilustran esta nota. Se trata de una Chevrolet C-10 Silverado de 1986 y es uno de los tantos ejemplares que se fabricaron en la planta argentina de Sevel entre el 85 y el 91.
Según pudimos averiguar, la pick up está completamente original. Su propietario, Pablo Cipolla, se la compró en el 2015 a su padre, que la tenía en su poder desde el 2007 y la utilizaba para hacer fletes. Cuando Pablo la adquirió decidió restaurarla por completo y el resultado es un estado de conservación digno de admirar por cualquier fanático del “Chivo”.
El proceso de “recuperación” consistió en un exhaustivo trabajo de pintura (la pick up era originalmente color plata y crema en una terminación bitono, muy típica de la época) y también un proceso de ensanchado para las llantas. A nuestro parecer, quedó muy bien y se aprecia que mantuvo la originalidad.
Por el lado del equipamiento, esta unidad en particular tiene aire acondicionado y dirección hidráulica de fábrica. El motor también está original y es el conocido “250” de seis cilindros en línea con más de 4 litros de cilindrada y 130 HP de potencia. ¿La transmisión? Una caja manual de tres velocidades.
Como dato color para ir cerrando la nota, el Colorado Figueras pudo probar esta pick up cuando era 0 km. En aquel entonces, nuestro director destacaba el confort de marcha y afirmaba: “Es casi un auto”, haciendo alusión a la suavidad de las suspensiones, sobre todo del eje posterior.
Respecto de las prestaciones, esta pick up de Chevrolet fabricada en Argentina aceleraba de cero a cien en 16,6 segundos (sin carga), y alcanzaba una velocidad máxima de 145 km/h. En este sentido, volvemos a citar a Figueras: “Hablar de velocidad final en una pick up parece una incoherencia, pero se sabe que muchos de los que utilizan este tipo de vehículos para el trabajo de campo o ciudad, cuando salen a la ruta suelen ser veloces conductores que crucerean a 120-130 km/h si las condiciones lo permiten”.
Por el lado de los puntos en contra de esta pick up, estaban la posición de manejo (“el volante está muy cerca del conductor y dificulta la maniobra de lograr una correcta ubicación en el puesto de comando”) y también el precio elevado, que la posicionaban por encima de su principal rival, la histórica y multivendida F-100 de Ford.