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Accidentes de ómnibus: uno más y van…

Que los ómnibus de dos pisos son peligrosos no es una novedad. En el mundo, salvo alguna excepción, ese tipo de vehículos de pasajeros solo se utilizan en el tránsito urbano (Gran Bretaña, por ejemplo) o con fines turísticos pero no se utilizan para viajes de larga distancia.

Hace unos días en la RN2 una de estas unidades volcó sobre el cantero central, pero en este caso se trató de un error humano ya que aparentemente el chofer se durmió y siguió de largo sin intentar doblar en la curva a la derecha rompiendo el guardrail terminando acostado y con el resultado de un muerto y varios heridos de consideración. Es cierto que desde el punto de vista de la física estos ómnibus tienen el centro de gravedad mucho más elevado, mayor área lateral y frontal por lo que su estabilidad se compromete seriamente. Hubo casos en la Patagonia, donde las ráfagas de viento superan los 100 km/h, con accidentes de estos ómnibus y hasta de camiones.

Sin embargo, hay otros factores que se deben tener en cuenta y pasan por el plano económico, por eso las empresas utilizan este tipo de transporte de pasajeros ya que cada unidad cuenta con 20 asientos más que una convencional. Por otra parte los controles a los conductores son laxos y en muchos casos manejan varias horas más de lo permitido y conducen con insuficientes horas de descanso entre viaje y viaje. Por otra parte, en plena temporada se contratan nuevos choferes  –como ha trascendido- que no siempre cuentan con la experiencia necesaria.

Días después del accidente de la Ruta-2 la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) anunció que se hará un estudio acerca de la viabilidad de este tipo de ómnibus, tarea que no será fácil ya que la renovación de las flotas significaría una complicada situación económica para las empresas.

Lo importante es que este cóctel que contiene varios ingredientes está generando accidentes que en muchos casos son fatales.

Carlos F. Figueras

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