3 problemas que traen los reductores si no los respetamos
Los reductores de velocidad son las famosas franjas o “cortadas” que vemos en los peajes, ingresos o algún que otro sector de una ciudad donde el objetivo es reducir la prisa.

Claro está que algunos tienen alturas algo exageradas, pero quienes manejamos la velocidad de paso o la forma de atravesarlos somos nosotros. Los problemas que pueden traer son varios, algunos severos y, sobre todo, costosos.
Los problemas que más dolores de cabeza nos pueden dar son: globos y cortes en los neumáticos, reducción de vida útil de los amortiguadores y sonidos provenientes de chasis y el interior del vehículo.
Globos y cortes en los neumáticos
Debemos entender que un neumático dañado no se puede reparar, excepto sea una pequeña pinchadura y el cambio de un neumático puede ser algo costoso. Muchos de los cortes o reductores de velocidad, de esos que generalmente vemos en los ingresos y salidas de los peajes, no están en buenas condiciones. Las averías que pueden llegar a tener se trasladarán con facilidad al auto y principalmente a los neumáticos, que están constantemente en contacto con el suelo. Un daño a una de las cuatro gomas –por mínimo que sea– puede derivar en uno peor y, con ello, en un grave accidente mayormente si la velocidad supera los 120 km/h.
Reducción de la vida útil de los amortiguadores
Los mismos pueden reducir su rendimiento en un 50% si se los exige demasiado. Una de las principales características de estos pequeños –y a veces no tanto– resaltos, es que al ser finos pero altos, generan un brusco impacto entre los neumáticos y las irregularidades de las rutas. Eso trae un dolor de cabeza, la reducción de la vida útil de los amortiguadores y, aunque no todos sepan cuál sea su propósito, debemos saber que son indispensables para algún frenaje brusco o una maniobra para esquivar algo a mediana o alta velocidad, y tenerlos en mal estado puede que, evitar un problema, sea ganarse uno mayor.
Sonidos provenientes del chasis e interior
Con el pasar de los kilómetros, a veces es inevitable escuchar la aparición de sonidos molestos, tanto sea provenientes del chasis como del interior, principalmente. Al atravesar una loma o reductor, cualquiera sea su tamaño, con el pasar del tiempo y kilómetros nos puede traer algo excesivamente molesto: los sonidos. El hecho de no respetar las irregularidades de las rutas o calles hace que el chasis contorsione de una manera poco recomendada, generando crujidos en cualquier sector del habitáculo y hará que parezca un “coche viejo”.
La solución es mantener la calma a la hora de atravesarlos. Puede ser molesto, pero peor sería la consecuencia de no respetarlos. El hecho de cruzar los reductores a baja velocidad provocará que perdamos tan solo unos pocos segundos, pero seguramente nos hará ahorrar dinero ya que no generará costos a corto plazo.
Nació en 1981 y es periodista deportivo egresado de DeporTEA, en 2001. Desde marzo de 2004, fecha en que ingresó en Motorpress Argentina, se dedica de lleno al mundo de los motores.
Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning.
En 2007 y 2008 fue Juez de Nuevos Productos en el SEMA de Las Vegas (EE.UU.). Y luego también colaboró en otras revistas del sector. Además, fue editor de diversas colecciones de autos y motos a escala que realizó para Random Penguin House.
Desde comienzos de 2018 es Content Manager de los medios digitales de Motorpress Argentina.