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Clase X: ¿Final inesperado o previsible?

Carta del Director Carlos F. Figueras

Finalmente Mercedes-Benz desistió, definitivamente, de producir su pick up Clase X en la planta de Renault en Santa Isabel. Cuando se inició el proyecto, las condiciones económicas de Argentina eran otras. El dólar no cotizaba a 46 pesos, las ventas de autos y utilitarios se mantenían dentro de los parámetros normales y nada indicaba, en ese momento, que caerían abruptamente las ventas y la producción. La empresa alemana tenía sus fichas jugadas en la pick up, incluso se invitó el año pasado a la prensa local en viajes escalonados a su presentación estática en Stuttgart, Ciudad del Cabo y Santiago de Chile, donde finalmente se la pudo manejar por caminos cercanos a la capital.

Los directivos de MB se mostraron siempre esquivos en aceptar que estaban utilizando la plataforma y la mayor parte de la carrocería/estructura de un Nissan con el plus de contar con su experiencia en la fabricación de este tipo de vehículo, porque, más allá del rediseño frontal (para transmitir la imagen de que se trataba de un auténtico Mercedes), en realidad, básicamente era una pick up Frontier, modelo del que también utilizaba algunos de los motores de la automotriz nipona. Además de MB, Renault era otro jugador que formaba parte de la alianza con su Alaskan que por el momento está postergada y sin fecha cierta de lanzamiento en nuestro mercado.

Es probable que los germanos no tuvieran en cuenta la posibilidad de un importante aumento de los costos, tal como sucedió, que se elevaron en forma considerable debido a la disparada del dólar, que conllevó a una recesión generalizada de la que no pudo escapar la industria automotriz.

Por otra parte, también se supo que las conversaciones entre MB, principalmente con Nissan, no llegaban a buen puerto, incluso trascendió el comentario de que los asiáticos habían demostrado ser “poco serios durante la negociación”. ¿Verdad o argumentación ante el fracaso de la alianza? Ante esta situación, existía la posibilidad de que lleguen a nuestro mercado algunas versiones de Clase X provenientes de la planta española, que Mercedes posee en Vitoria-Gasteiz (País Vasco), que se podría comercializar, pagando los aranceles correspondientes, a un precio menor que si se produjera en Córdoba, pero el tema fue desmentido por Manuel Mantilla presidente de Mercedes-Benz en Argentina. Lo cierto es que los cientos de miles de dólares/euros invertidos para capacitar a los concesionarios, personal técnico y de posventa, pasarán a la columna de pérdidas.